Inicio Budismo Regreso a un zen materialista y crítico

Regreso a un zen materialista y crítico

90
0

zen-18.jpg
Muchos no consiguen distinguir entre budismo y zen. Mirando a bulto a menudo amalgaman, mezclando fenómenos que responden a dinámicas distintas, cuando no opuestas. A algo como el zen, que intenta desvestirse de lo religioso (entre otros ropajes) y así dejar desnuda la vitalidad de cada cuerpo, le imponen el acartonamiento de la institucionalidad budista: doctrina, ceremonias, símbolos, códigos, jerarquías, niveles, autoridades, indumentaria, gestualidad, etcétera. Dos patrones de experiencia disímiles quedan reducidos a simple relación de causa-efecto (decretan un zen nacido con Sidarta Gautama), suscitando el peaje que la parte ha de pagarle al todo en que se implica (dicen que el zen es una rama del árbol budista).

Sin embargo, y a pesar de siglos de confusión, algo irremediable los separa. Se resume en el dibujo que en su camino cada uno traza: zen y budismo giran en sentido contrario. El budismo transcurre antes que nada desde fuera hacia adentro, como opera toda cultura digna de su nombre: ofrece un corpus de textos, tradiciones, emplazamientos, hábitos, linajes. Y es opción libre de cada individuo optar por caminos ya trazados, amoldándose a un paradigma que le llega hecho. El zen, en cambio, procede por instinto desde adentro hacia afuera, como ocurre con la vida natural: sentidos, inteligencia y emociones se comportan cual plantas o animales. La intervención exterior sin duda da forma al vacío, tono al silencio, ritmo a las pisadas. Pero sabe que su asunto nunca se agota en una forma o lenguaje, verbal o no: en su raíz, lo vivo es vibración, onda transmisible, tallo inédito que brota, luna que surge ante los ojos y se alza. Lo vivo no pide permiso.

El budismo es religión (sin dios, pero religión). El zen, en cambio, es sentimiento oceánico. Oscilando entre Claude Lévi-Strauss y Michel Hulin, cabría preguntarse: ¿no será el zen una …

Sigue leyendo : Has click aquí


Artículo anteriorAdiós a la cruz gamada para señalizar templos budistas en los planos japoneses
Artículo siguienteJapón difunde en Barcelona la gastronomía de sus templos budistas