El museo de artes asiáticas de París presenta, a partir del miércoles 21 de abril, una muestra de 200 obras de Gandhara, región histórica situada al noroeste de Pakistán que fue escenario del fecundo encuentro de las culturas griega y budista entre el siglo I y VI d.C.
Procedentes en su mayoría de los museos pakistaníes de Peshawar, Taxila (emplazamiento arqueológico cerca de Islamabad), Lahore y Karachi, estas obras atestiguan el contacto entre civilizaciones en un territorio ahora musulmán.
Entre los siglos I y VI d.C. se desarrolla en Gandhara un estilo de arte singular que mezcla las influencias griegas y los mitos procedentes de la cultura indo-budista.
Las estelas, estatuas y bajos relieves son el testimonio de una civilización «greco-irano-india» fruto del pasop sucesivo de persas, los ejércitos de Alejandro Magno y la llegada de hindúes que instalan el budismo.
La exposición, abierta hasta el 16 agosto, presenta Budas cuyas posturas y adornos recuerdan a las antiguas estatuas griegas.
Dispuestas en una escenografía sobria, en tres salas del museo, la exposición mezcla pequeños objetos de uso cotidiano y piezas ligadas al culto.
Estas obras emblemáticas del arte de Gandhara provienen de excavaciones arqueológicas de diversos emplazamientos, algunos de los cuales están catalogados como patrimonio mundial de la Unesco.
«Estas obras ya han estado expuestas en Alemania y Suiza, y visitarán más desopués Turquía y los Estados Unidos», precisa Muhammad Bahadar Khan, representante del departamento de arqueología y museos del gobierno paquistaní.
El museo de artes asiáticas Guimet dispone igualmente dentro de su colección permanente de un fondo Gandara traído por Jacques Foucher, tras su excavaciones a comienzos del siglo XX.
Los arqueólogos pakistaníes estan preocupados por las recientes amenazas de talibanes a la herencia budista de Gandara. El clima de inseguridad reinante por los atentados y ataques han hecho huir a muchos arqueólogos extranjeros
Le climat d’insécurité qu’ils font régner par leurs attentats et attaques fait fuir les visiteurs et les archéologues étrangers.
Source : http://www.lepoint.fr
