Las escuelas del siglo XXI: sin maestros ni exámenes: Estados Unidos prueba un nuevo modelo de escuelas sin exámenes, sin maestros y sin largos encierros.
En 2009, el Departamento de Educación de la ciudad de Nueva York (NYCED) lanzó un proyecto piloto con el modelo School of One (Escuela para uno).
El programa se basa en el uso de la tecnología con un diseño formativo individual para cada alumno.
El modelo neoyorquino está cambiando radicalmente la forma de enseñar.
Pero también está modificando el diseño de las aulas para transformarlas en ambientes camaleónicos con el objeto de impulsar la colaboración, la cooperación, el trabajo en equipo, la comunidad y la transparencia entre los estudiantes.
El diseño arquitectónico es una de las herramientas que ayudarán a transformar la metodología educacional.
El alumno elige cómo aprender
En la actualidad, cada escuela cuenta con un modelo educativo al que los alumnos deben adaptarse.
Pero School of One, el nuevo modelo educativo aplicado en Nueva York, propone una oferta más extensa de esquemas educativos para que los alumnos, con base en su perfil personal, seleccionen el modelo que más les sirva para obtener un mejor aprendizaje.
De esta manera, los estudiantes se hacen cargo de su propia instrucción.
Según el Departamento de Educación de Nueva York, 70% del programa fue financiado por compañías como Cisco, Microsoft, Pearson, McGraw-Hill y otros que participaron en la inversión inicial, calculada en 1 millón de dólares.
Un algoritmo ‘maestro’
School of One se aplicó por cerca de un mes a un grupo de niños de 12 años. A cada uno se le evaluó al inicio del programa sobre sus conocimientos y sus formas de aprendizaje para hacer su perfil pedagógico.
El programa tiene un banco de recursos con software educativo (aportado por los 25 socios) con más de 2,000 lecciones.
El software cruza los datos del perfil de cada niño con el banco de recursos y genera un modelo.
También produce un itinerario formativo individualizado que determina las competencias ‘foco’ para cada alumno, los contenidos asociados, la metodología y sus actividades.
El algoritmo de aprendizaje de School of One se actualiza constantemente mediante la información que recibe del banco de recursos y de los perfiles, para que todos los días los alumnos realicen actividades y pruebas que actualicen sus evidencias de aprendizaje.
El programa pasa la prueba
Bajo el programa School of One, cada estudiante dispone de una computadora personal con auriculares y micrófono.
Trabajan con contenidos, tutores en línea, pueden tomar clases presenciales en grupos reducidos para analizar problemas específicos, o bien realizar dinámicas en grupos.
Así, cada alumno participa en múltiples formas de aprendizaje en la misma escuela e incluso dentro de las mismas aulas.
Los resultados del piloto mostraron que los estudiantes ganaron 28% entre la prueba previa y la posterior, y 79% quedó satisfecho con la experiencia.
Entre 2009 y 2010, cerca de 240 alumnos de sexto grado en Brooklyn y Manhattan han participado en un proyecto similar y tendrán más programas con ese modelo durante el próximo ciclo escolar, según datos de su sitio de Internet.
Escuelas nuevas
Los nuevos modelos educativos están reinventando el diseño de un aula tradicional.
Según la Fundación Americana de Arquitectura (FAA), los diseños deben tener flexibilidad y movilidad.
El mobiliario tiene que ser accesible en términos económico, ergonómico y amigable con el medio ambiente.
Desde 1998, la Fundación Americana de Arquitectura lanzó su propia iniciativa, Mejores escuelas a través del diseño, para promover prácticas que ayuden a mejorar los ambientes.
La flexibilidad fue uno de los temas centrales, que resultaron de las conclusiones de la conferencia nacional de la FAA realizada el año pasado.
Ello debido a que los avances tecnológicos transforman con rapidez el método educativo, lo que obliga al diseño de instalaciones y mobiliario a adaptarse.
Muros flexibles
La flexibilidad en el diseño de los salones de clase se puede lograr con espacios abiertos y muros corredizos para crear áreas adicionales conforme se necesite.
Ésa es la opinión de Meaghan Wim, de Sagus International, empresa que desde hace 45 años se especializa en mobiliario educativo. El mobiliario también tiene que ser de uso rudo, modular y movible.
En las escuelas del siglo XXI, las instalaciones tendrán acceso inalámbrico a Internet las 24 horas, siete días de la semana.
Habrá pizarrones interactivos, tablillas con Internet, áreas de silencio, salones para grupos y auditorios, prevé Jason Cowell, vocero de soluciones educativas de Cisco Systems.
Los alumnos tendrán facilitadores de aprendizaje en lugar de maestros y, sobre todo, los futuros diseños estarán orientados a incrementar la creatividad.
Según la FAA, en Estados Unidos se gastan cerca de 30 millones de dólares al año en la construcción y remodelación de escuelas.
Fuente: CNNMéxico