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Ser budista en el agitado mundo de hoy

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Josiane et Alain Delaporte-Digard
Josiane et Alain Delaporte-Digard

Qué importa que haga calor o frío,

que la crisis esté aquí con todo su peso,

que más da si no hay paraíso sobre la Tierra.

Nuestra vida no es sólo un infierno.

Las nociones de paraíso y de felicidad, de infierno y sufrimiento

dependen realmente de nuestra manera de ser y de nuestra visión.

Nuestro espíritu fijado sobre los problemas aporta sufrimientos.

Para vivir bien, seamos felices, no de una manera egocéntrica,

sino con una luz que se trasmita a los demás.

Una felicidad ligada a una gran soledad

no esconde más que una tristeza disfrazada y un tiempo de vagabundeo.

Seamos felices, manteniendo la mirada sobre los otros.

Si esa felicidad vive en nosotros, ofrezcámosla por el bien de todos.

Si el sufrimiento se nos impone, ofrezcamos esta dificultad para evitársela a los demás.

Para hacer frente a la desgracia, hay que estar presente,

pero dirigiendo los ojos hacia la parte positiva de la situación.

Para ayudar a los otros,

comencemos por aceptar una felicidad auténtica para nosotros mismos.

La serenidad feliz, sin compartir, pierde su fuerza.

Ofrezcámosla a nuestro entorno.

Y dediquémosela a todos los que no conocemos.

Si cada uno de nosotros, dentro de su espacio personal, se centra en la calidad del instante presente

consigo mismo, su pareja, sus hijos, sus amigos, sus compañeros,

si las fuerzas positivas de nuestros espacios personales conjugados se abren a todos,

el mundo cambiará por una lógica evidente de causalidades.

Ser budistas purifica nuestra vida, nuestras intenciones, nuestros deseos.

Los pequeños momentos de felicidad vividos plenamente

florecen en el budismo de lo cotidiano, pragmático y abierto.

El dharma existe también bajo formas de expresión muy diferentes,

más austeras o más dogmáticas,

más eruditas o más meditativas.

Ninguna de esas voces contradice a las otras.

¡Todas pueden vivir conjuntamente!

Sea cual sea nuestra forma de búsqueda,

seamos felices, mostremos esta luz y ofrezcámosla.

De todo corazón, con vosotros,

Josiane y Alain Delaporte-Digard, creadores de Buddhachannel

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