Inicio Enseñanzas Artículos y conferencias Mettā – Filosofía y práctica del amor universal (Parte 4) – Por...

Mettā – Filosofía y práctica del amor universal (Parte 4) – Por Ven. Acharya Buddharakkhita

51
0

Mettā – Filosofía y práctica del amor universal

Ven. Acharya Buddharakkhita


acharya_buddharakkhita.gif

Contenido

Introducción

1. El Karaṇīya Mettā Sutta

2. Los antecedentes del Mettā Sutta

3. Tres aspectos de mettā

4. La ética de mettā

5. La psicología de mettā

6. a. Meditación de mettā

6. b. Meditación de mettā

7. Las bendiciones de mettā

8. El poder de mettā

Acerca del autor

5. La psicología de mettā

Los comentarios Pāḷi explican que:

Uno ama a todos los seres:

1.Al no hostigar a ningún ser, así evita el hostigamiento;

2. Al ser inofensivo (hacia todo ser), así evita la ofensividad;

3.Al no torturar (a ningún ser), así evita la tortura;

4. Al no destruir (ninguna vida), así evita la destructividad;

5. Al no exasperar (a ningún ser), así evita la exasperación;

6.Al proyectar el pensamiento, «Que todos los seres sean amistosos y carezcan de hostilidad»;

7. Al proyectar el pensamiento, «Que todos los seres sean felices y carezcan infelicidad»;

8. Al proyectar el pensamiento, «Que todos los seres gocen de bienestar y carezcan de aflicción»;

En estas ocho maneras uno ama a todos los seres; por lo tanto, esto es llamado amor universal. Y puesto que uno concibe (interiormente) esta cualidad (del amor), ella es de la mente. Y como esta mente es libre de todo pensamiento de malevolencia, el agregado del amor, la mente y la liberación son definidos como «amor universal que conduce a la liberación de la mente».

Del pasaje anterior vemos que mettā implica la «disminución» de los rasgos negativos por una enérgica puesta en práctica de las correlativas virtudes positivas. Es sólo cuando uno practica enérgicamente el no hostigamiento hacia todos los seres que puede disminuir la tendencia de hostigar a los demás. Del mismo modo, es con las otras cualidades de inofensividad, no tormento, no destrucción y no exasperación en acto, palabra y pensamiento que uno puede disminuir las características negativas de ser ofensivo, de atormentar a otros, de destructividad y de exasperación. Además de tal conducta positiva y principio de vida, uno también cultiva la mente a través de una técnica específica de meditación denominada mettā-bhāvanā, que genera poderosos pensamientos de amor espiritual que crece sin límites, volviéndose autoconsciente, infinito y universal.

Pensamientos que desean que todos los seres sean amistosos y nunca hostiles, felices y nunca infelices, experimentando bienestar y nunca aflicción, implican no sólo atenuación o carencia de límites, sino también la completa liberación de la mente. De ahí lo apropiado de la expresión «amor universal que conduce a la liberación de la mente».

En lo que respecta al significado de los cinco aspectos opuestos de mettā, «hostigamiento» es el deseo de oprimir o perjudicar; «ofensividad» es la tendencia a lastimar o herir; «tortura» es sinónimo de una tendencia sádica de tormento, sometiendo a otros al dolor o a la miseria; «destructividad» es acabar con algo o terminarlo, el rasgo de extremista e iconoclasta; «exasperación» es agotar, molestar o causar a otros preocupación y tensión. Cada una de estas tendencias se arraiga en la antipatía y la malevolencia, y proporciona un contraste a mettā, ya sea como modo de conducta o como estado psicológico o actitud de la mente.

La sustitución de un rasgo negativo por el opuesto positivo implica naturalmente una actitud ante la vida muy desarrollada y madura. La habilidad de no hostigar, no ofender, no torturar, no destruir y no exasperar significa un modo de comportamiento muy refinado, bello y amoroso en un mundo donde la interacción entre los seres humanos crea tanta tensión y miseria.

De acuerdo con el Visuddhimagga, mettā es un «solvente» que «diluye» no sólo nuestros propios contaminantes psíquicos de ira, resentimiento y ofensividad, sino también los de los demás. Después de tomar una actitud de amistad, incluso el hostil se vuelve un amigo.

Mettā se caracteriza como aquello que «promueve el bienestar». Su función es «preferir el bienestar» en lugar del mal. Se manifiesta como una fuerza que «remueve el fastidio» y su causa próxima es la tendencia a ver el lado bueno de las cosas y de los seres y nunca los defectos. Mettā tiene éxito cuando ama, y fracasa cuando degenera en afecto mundano.

Queda claro en este análisis que sólo cuando uno tiende a ver lo bueno en las personas, y prefiere el bienestar de otros y, consecuentemente, es inofensivo (al remover todo fastidio o herida) y promueve activamente dicho bienestar, mettā funciona como un solvente. Se dice que el propósito último de mettā es alcanzar el insight trascendental, y si eso no es posible, al menos llevar al renacimiento en la sublime esfera del mundo de Brahma, además de traer paz interior y un saludable estado de la mente aquí y ahora. De ahí la promesa del Buddha en el Mettā Sutta:
Ya no sosteniendo creencias erróneas,
Con virtud y visión de lo fundamental,
Y habiendo superado todo deseo sensual,
Nunca de un útero uno vuelve a nacer.

El amor aparta la malevolencia, que es la más dañina de las emociones. Por eso se ha dicho: «Porque esto es el abandono de la malevolencia, amigos, a saber, la liberación de la mente forjada a través del amor universal» (Dīgha Nikāya, III.234).

En la práctica de mettā es importante comprender las emociones que le anulan, tanto por ser parecidas como por ser distintas. El Visuddhimagga las denomina «los dos enemigos –el cercano y el remoto–». Codicia, lujuria, afecto mundano, sensualidad, se dice que son «enemigos cercanos» porque son similares en las tendencias. El lujurioso también ve el «lado bueno» o «la belleza», y así queda involucrado. El amor debe estar protegido contra esto para que las máscaras de estas emociones no engañen al meditador.

Malevolencia, ira y odio, son emociones distintas, por lo tanto constituyen el «enemigo remoto». El enemigo remoto puede ser distinguido fácilmente, de modo que no hay que temerle sino que hay superarlo por la proyección de una fuerza superior, aquella del amor. Pero uno tiene que ser cauteloso con el enemigo cercano porque genera autoengaño, que es lo peor que le puede suceder a un individuo.

Se dice que mettā comienza solamente cuando existe entusiasmo en la forma de un deseo de actuar. Habiendo comenzado mediante un fervoroso esfuerzo, sólo puede continuarse cuando los cinco impedimentos mentales –deseo sensual, malevolencia, pereza y sopor, inquietud y preocupación, y duda– son dominados. Mettā alcanza la consumación en el logro de la absorción (jhāna).


Acharya Buddharakkhita, «Mettā – The Philosophy & Practice of Universal Love», The Wheel Publication N° 365/366, Buddhist Publication Society, Kandy, 1989. © 1989 by Acharya Buddharakkhita. Traducción y notas: Alejandro Ponce de León, Buenos Aires, 2000. Corrección: María Isabel Zapico. Revisión: 09-Abr-2006.

Fuente:http://appamadanet.webs.com

Artículo anteriorHansik, la comida tradicional coreana
Artículo siguienteEl maestro espiritual (1/3)