Inicio Enseñanzas Textos fundamentales Shantideva – Bodhisattvacharyavatara IV: La atención (Versos 1-24)

Shantideva – Bodhisattvacharyavatara IV: La atención
(Versos 1-24)

50
0

Shantideva

Bodhisattvacharyavatara

Homenaje a los Budas y los Bodhisattvas.

shantideva-4.gif

IV La atención

[1]

Los Hijos de los Vencedores, tras haber

asimilado bien el espíritu de Despertar,

deben siempre hacer esfuerzos, sin indolencia,

por no apartarse del adiestramiento.

[2]

Es preferible verificar si hay que ejecutar o no,

lo que se emprende a la ligera

o sin haber sido bien examinado,

incluso si una promesa ha sido hecha.

[3]

Pero, ¿cómo podría yo volver nunca

a lo que, en su gran sabiduría,

ha sido examinado por los Budas y sus Hijos,

así como por mí mismo, tantas y tantas veces?

[4]

Si acaso, tras haber hecho una promesa tal,

no pusiese todo en obra para cumplirla,

al haber así engañado a todos los seres,

¿qué género de renacimiento tomaré?

[5]

Si, como lo ha dicho el Buda, aquel que ha decidido

dar la más mínima cosa ordinaria

pero no hace ese don,

devendrá en espíritu famélico,

[6]

Entonces, si engañase a todos los seres

tras haberlos invitado sinceramente

a la felicidad insuperable,

¿cómo tendré un renacimiento dichoso?

[7]

Sólo los Omniscientes pueden conocer

las impenetrables vías de los karmas, que hacen

que aquellos que han abandonado el pensamiento de Despertar

alcancen, sin embargo, la liberación.

[8]

Para los Bodhisattvas, de todas las caídas

bien es esta la más pesada,

pues, si llega a producirse,

se comprometería el bien de los seres.

[9]

Alguien más que, ya fuera por un instante,

obstruyese o impidiese sus acciones virtuosas,

al afectar la dicha de los seres,

a sus renacimientos desdichados no vería un final.

[10]

Si al destruir la dicha más que de un sólo ser,

afecto a mi ser mismo,

entonces, ¿qué decir, si destruyo la dicha

de todas las criaturas encarnadas, infinitas como el espacio?

[11]

Entonces, aquellos que alternan la fuerza de la caída

y la fuerza del espíritu de Despertar,

Permanecen, así, implicados en la existencia cíclica

y serán impedidos, por mucho tiempo, de alcanzar las tierras.

[12]

Así, según la promesa que he hecho,

debo resolverme a actuar, respetuosamente.

Si, desde ahora en adelante, no hago ningún esfuerzo,

caeré más bajo cada vez.

[13]

Aunque hayan pasado innúmeros Budas

que han obrado por el bien de todos,

no me he aventajado con sus cuidados,

a causa de mis propios yerros.

[14]

Y si, con todo, continúo así,

todavía y siempre, en los renacimientos miserables

experimentaré la enfermedad, la servidumbre,

la mutilación y el desmembramiento.

[15]

Si es raro [el hecho] que aparezca un Buda,

[el] que obtenga yo la fe y un cuerpo humano,

y [el] que sea capaz de cultivar la virtud,

¿cuándo, pues, los encontraré de nuevo?

[16]

Hoy estoy con buena salud,

tengo qué comer y no enfrento daño alguno,

pero la vida es momentánea y engañosa;

este cuerpo no me ha sido prestado más que por un sólo instante.

[17]

Teniendo en cuenta esta conducta,

no obtendré [ya] más un cuerpo humano.

Pero fuera del estado humano,

no son efectuadas más que fechorías. Ninguna virtud.

[18]

Si en el momento en que tengo la oportunidad

ni siquiera actúo de manera virtuosa,

¿qué podría bien hacer, cuando seré

obnubilado por los sufrimientos de los reinos inferiores?

[19]

Si en vez de acumular virtudes

no acumulo más que negatividades,

durante mil millones de eras cósmicas no escucharé ni siquiera

las palabras «renacimiento dichoso».

[20]

Por esta razón, el Victorioso ha dicho:

«-Es tan arduo obtener una vida humana,

como para una tortuga marina pasar su cuello

dentro de un yugo que flote sobre el gran océano-».

[21]

Si el extravío de un instante

suscita los peores infiernos, durante eras,

con respecto a fechorías amasadas, desde siempre, en el samsara,

inútil [es] decir que no tendré renacimientos dichosos.

[22]

Ahora [bien], haber sido zambullido en este sufrimiento total

no suscita la Liberación,

pues en el transcurso de esta experiencia

nacen todo tipo de otras negatividades.

[23]

Entonces, si tras haber encontrado una libertad tal

no me aplicara al bien,

no habría peor engaño,

ni mayor locura, tampoco.

[24]

Y si, tras haber comprendido eso,

en mi locura continúo siendo holgazán,

en el mismo momento de mi muerte

una inmensa turbación se elevará en mí.


Fuente: http://sambodhi.iespana.es/

Artículo anteriorShantideva – Bodhisattvacharyavatara III: Adopción del espíritu de Despertar
Artículo siguienteShantideva – Bodhisattvacharyavatara IV: La atención
(Versos 25-48)