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Shantideva – Bodhisattvacharyavatara II : Revelamiento del mal (Versos 1-33)

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Shantideva

Bodhisattvacharyavatara

Homenaje a los Budas y los Bodhisattvas.

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II Revelamiento del mal

[1]

Para mantener este precioso espíritu,

con todo mi corazón hago ofrendas

a los Tathagatas, al Santo Dharma, a las Tres Joyas sin mancha

y a los Hijos de los Vencedores, océanos de calidades.

[2]

Todas las flores y todos los frutos,

todas los tipos de medicinas,

todas las joyas que existan en el mundo

y aguas puras y refrescantes.

[3]

Montañas hechas con piedras preciosas,

verdes boscajes, sitios tranquilos y gozosos,

árboles celestiales ataviados con flores

frutales plegándose bajo el peso de los frutos;

[4]

Inciensos, perfumes de los reinos celestiales,

árboles de pedrerías y los que atienden los anhelos,

lagos y estanques ornados por lotos,

donde resuena el melodioso canto de los cisnes.

[5]

Cosechas espontáneas y todos los ornamentos

que son dignos de ser ofrendados,

todo lo que contienen las ilimitadas esferas del espacio;

todo lo que no pertenece a nadie.

[6]

Creo todo ello en mi espíritu y lo ofrendo,

a los Budas y sus Hijos, supremos entre los seres.

Vosotros, Todos Compasivos, fuente de todas las calidades,

Miradme con bondad y aceptad estas ofrendas.

[7]

Siendo pobre y desprovisto de méritos,

no tengo nada más para ofreceros.

Vosotros, Protectores, que anheláis el bien de los seres,

aceptad esto para mi bien, gracias a vuestros poderes.

[8]

A los Vencedores y a sus Hijos

siempre ofrendaré todos mis cuerpos.

Vosotros, héroes supremos, aceptádme;

respetuosamente a vosotros me someto.

[9]

Al estar bajo vuestra protección, perfectamente,

sin temer la existencia, seré útil para los seres.

Superaré todos mis antiguos actos negativos

y no cometeré más.

[10]

A cuartos de baños perfumados deliciosamente,

con pisos de cristal de titilante brillo,

con pilares resplandecientes de joyas

y con baldaquines ataviados con centelleantes perlas,

[11]

Ruego a los Tathagatas y sus Hijos

venir, al son de músicas y de cánticos;

lavar sus cuerpos con aguas perfumadas y puras,

vertidas desde numerosos cántaros preciosos.

[12]

Seco sus cuerpos con incomparables tejidos,

inmaculados e impregnados de perfumes;

ofrendo a estos sublimes seres vestidos de colores

encantadores y perfumados con deliciosas fragancias.

[13]

Con telas variadas, finas, suaves y celestiales

y cientos de supremos ornamentos

atavío a los Aryas Samantabhadra, Manjugosha,

Avalokiteshvara y los demás.

[14]

Con exquisitos perfumes, cuyo olor

se difunde en millares de millones de mundos,

igual como se pule el oro puro y refinado,

unjo el radiante cuerpo de los todos los Munis.

[15]

A estos Budas, altamente dignos de ofrendas,

ofrendo las flores odorantes, cual el mandara,

el utpala y el loto, guirnaldas

encantadoras y agradablemente dispuestas.

[16]

Les ofrendo inciensos, cuyo perfume

embargante, se difunde en una masa de nubes;

así como alimentos celestiales

compuestos por variados manjares y bebidas.

[17]

Ofrendo, igualmente, preciosas lámparas sublimes,

dispuestas sobre flores de dorados lotos;

sobre el suelo rociado con agua perfumada

disemino pétalos de delicadas flores.

[18]

A aquellos que son de la naturaleza de la compasión

ofrendo incomparables palacios, resonantes de elogios,

titilantes con perlas y gemas suspendidas,

que ornan las extensiones del espacio sin límites.

[19]

Bellas sombrillas preciosas, de dorado mango,

de contorno[s] ornamentado[s] de manera exquisita,

elegantes, rectas y cuya vista encanta al espíritu,

ofrendo siempre a los potentes Munis.

[20]

Que además, puedan masas de ofrendas,

que resuenan dulces y melodiosas músicas,

permanecer, cada una, como nubes,

apaciguando la miseria de los seres.

[21]

Que sobre las joyas del Dharma perfecto,

[sobre] los relicarios y las estatuas,

una lluvia de flores y de piedras preciosas,

caer pueda, sin cesar jamás.

[22]

Al igual que Manyugosha y los demás

han hecho ofrendas a los Victoriosos,

hago ofrendas, también,

a los Tathagatas, Protectores y Bodhisattvas.

[23]

A la gloria de este océano de calidades

canto un océano de melodiosas alabanzas:

que puedan estos dulces nubarrones de elogiosos cantos,

sin cese, subir hacia ellos.

[24]

Ante todos los Budas de los tres tiempos,

ante el Dharma y a la asamblea suprema.

con tantos cuerpos como haya partículas

en este universo, me prosterno.

[25a]

Ante las bases del espíritu de Despertar,

ante todos los relicarios, me prosterno;

[25b]

Ante los abades y los grandes preceptores,

y ante los nobles practicantes, me prosterno.

[26]

Hasta que haya alcanzado el Despertar,

en todos los Budas tomo refugio.

En el Santo Dharma y la asamblea de los Bodhisattvas,

tomo, igualmente, refugio.

[27]

Con las manos juntas [en actitud] de plegaria,

suplico a los Budas y Bodhisattvas

que residen en las diez direcciones

y que poseen la gran compasión.

[28]

En el transcurso de la existencia cíclica sin comienzo,

en esta vida, como en todas las demás,

contra mi agrado he hecho tanto mal,

o lo he hecho cometer por otros.

[29]

Abrumado por la confusión y la ceguedad,

me he regocijado de todo aquello.

Ahora que percibo estos errores,

desde el fondo del corazón los confieso a los Protectores.

[30]

Todo el mal cometido hacia las Tres Joyas,

hacia mis padres, mis maestros y demás,

por mi cuerpo, mi habla o mi espíritu,

bajo la influencia de las perturbaciones,

[31]

todas las insoportables fechorías

que he cometido, manchado como estoy

por todos estos múltiples vicios,

los confieso a los Guías de todos los seres.

[32]

Puede ser, sin embargo, que me alcance la muerte

antes de haber purificado mis faltas.

Protejédme, os ruego, para que sea

liberado rápidamente y seguramente.

[33]

El Señor de la muerte, indigno de confianza,

[ya sea] que mi trabajo esté hecho o no, no esperará;

[ya sea] que esté enfermo o saludable,

esta efímera vida no es de fiar.


Fuente: http://sambodhi.iespana.es/

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