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El ajo: ¿tan bueno como dicen?

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ajo.gifYa nuestras abuelas, que hablan con la voz de la experiencia, decían que los ajos eran buenos. Los egipcios, en la época de los faraones tenían recetas con ajo para los problemas de salud.

Ahora sabemos que estos beneficios del ajo se deben a la alicina. La alicina es un compuesto que utiliza la naturaleza para proteger al ajo de los insectos, hongos y bacterias. La alicina se forma cuando se combinan dos sustancias que contiene el ajo: el sustrato alina con una enzima llamada alianza. Esto se produce, generalmente, cuando el ajo es cortado, machacado o durante el proceso de la digestión.

La reacción química que crea la alicina es la culpable del penetrante olor que produce el ajo, cuyos derivados volátiles exhalamos en la respiración y traspiración.

En algunos estudios en animales de experimentación y en otros estudios realizados in vitro (es decir, en el laboratorio) se había demostrado un cierto anti-canceroso del ajo. Además, en ciertos estudios epidemiológicos realizados en diferentes poblaciones de personas también se había visto un cierto efecto protector del consumo de ajo sobre el desarrollo de ciertos cánceres y, en concreto, de estómago, colon, recto, mama, próstata y laringe.

Recientemente se han publicado los resultados de un estudio resumen que analiza todos los resultados que mostraban los estudios previos (metanálisis) y se ha confirmado que, globalmente, el consumo de ajo con la comida tiene un efecto protector frente al cáncer de estómago y al de colon y recto. No se han encontrado los mismos beneficios cuando el ajo se consume en forma de suplementos. Tampoco se sabe cual es la dosis mínima de ajo necesaria para lograr este efecto protector. Pero es posible que en estos estudios existan ciertos factores de confusión, ya que para poder establecer conclusiones hay que tener en cuenta el consumo de otros nutrientes que se sabe que protegen igualmente, como las frutas y verduras.


Fuente: www.parasaber.com

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