Dharmacakramudrâ
El gesto de la rueda del Dharma
El Buda tenía apenas 35 años cuando consiguió la Iluminación y comienza su carrera de enseñante. Hasta su último aliento, a la edad de ochenta años, no cesa de viajar por el valle del Ganges, de testimoniar su experiencia espiritual y de guiar a sus contemporáneos hacia más allá de las penas.
Instalado en los jardines que los discípulos ricos ponían a su disposición, el Buda queda disponible para exponer el Dharma – la Ley budista – para discutir, ser interrogado por personas de todas condiciones. Reyers, ministros, comerciantes, nobles damas, cortesanos, cazadores, campesinos o artesanos recibieron de esta forma enseñanzas variadas, transmitidas de la manera pedagógica astutamente adaptadas a su personalidad y a su nivel de comprensión.
El Buda es un maestro, un guía, un enseñante. Por esta razón, nunca es definido como un profeta o el poseedor de una verdad divina. Invita a cada uno a ser su propio maestro : « No os dejéis guiar por la autoridad de los textos religiosos, ni por la simple lógica o las alegaciones, ni por las apariencias, ni por la especulación sobre las opiniones, ni por el pensamiento
El gesto de la rueda del Dharma se hace con las dos o con una sola mano. Cuando las dos manos se reúnen cerca del corazón, celebra el sermón principal del budismo pues enuncia el acto fundador. El semón del Parque de las gacelas ( o sermón de Sârnâth) enuncia las cuatro nobles verdades : la verdad del sufrimiento, del origen del sufrimiento, del cese del sufrimiento, del sendero para llegar al cese del sufirmiento.
Fuente: Museo Guimet de París
