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La Muerte: Una Vida con Significado, una Muerte Gozosa

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La Muerte: Una Vida con Significado, una Muerte Gozosa

Bouddha_mort.jpgSi nuestro médico nos dijera que tenemos una enfermedad incurable y que solo nos queda una semana de vida, aunque un amigo nos hiciera un magnífico regalo, como un diamante, un coche último modelo o unas espléndidas vacaciones, no podríamos alegrarnos. En realidad, nuestra situación no es muy diferente, puesto que todos padecemos de la enfermedad de la mortalidad. Por lo tanto, ¡qué absurdo es interesarnos por los placeres transitorios de esta corta vida!

Si nos resulta difícil meditar en la muerte, podemos contemplar el paso del tiempo escuchando el tictac de un reloj y pensar que cada momento nos acerca más a ella. Atisha solía hacer esta meditación con el sonido de las gotas de agua al caer. También podemos imaginar que el Señor de la Muerte vive a unos kilómetros de distancia y que el tictac del reloj son nuestros pasos acercándonos a su casa. Esto nos ayudará a reconocer que no somos más que viajeros.

En el Sutra del gran deleite, Buda dice:

«Estos tres mundos son impermanentes como las nubes de otoño.

El nacimiento y la muerte de los seres son como la entrada y salida de los actores en un escenario».

Los actores a menudo cambian de papel y de disfraz, y aparecen una y otra vez bajo diferentes aspectos. Del mismo modo, los seres sintientes adquieren distintas formas y aparecen en nuevos mundos. En unas ocasiones son seres humanos o animales, y en otras bajan a los infiernos. El Sutra continúa diciendo:

«La vida de un ser sintiente es breve como la luz del relámpago y se agota con rapidez como el agua que desciende de una alta montaña».

La muerte no va a esperar a que completemos nuestra práctica espiritual. Aunque la vida es corta, no importaría tanto si al menos tuviéramos tiempo suficiente para el adiestramiento espiritual, pero por lo general estamos siempre ocupados en dormir, trabajar, comer, ir de compras, conversar, etcétera, y nos queda muy poco tiempo para la práctica sincera. Dedicamos todo nuestro tiempo a lograr otros objetivos hasta que, de repente, nos sorprende la muerte.

Fuente : budistas.net

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