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Shantideva – Bodhisattvacharyavatara V: La vigilancia (Versos 71-109)

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Shantideva

Bodhisattvacharyavatara

Homenaje a los Budas y los Bodhisattvas.

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V La vigilancia

[71]

Así, hay que actuar con el control pleno de su espíritu.

Siempre sonriente, sin fruncir las cejas;

no hay que mostrar un rostro ceñoso:

hacia todos hay que ser franco y amical.

[72]

No hay que, ruidosamente y rudamente

desplazar sillas y demás,

ni abrir puertas violentamente,

pero siempre complacerse en ser modesto.

[73]

El comportamiento del Muni ha siempre sido semejante

al de la garza, el gato o el ladrón,

que, caminando sin ruido alguno

cumplen lo que desean.

[74] Es con reconocimiento y respeto que hay que recibir,

incluso sin haberlas buscado, las palabras útiles de los otros,

que sean hábiles para aconsejar y exhortar.

De todo el mundo, hay que ser siempre el discípulo.

[75] A todos los que sostienen un discurso sabio

hay que decir: «-¡Ello está bien dicho!-».

Viendo a alguien hacer una acción meritoria,

hay que alabarlo y regocijarse por ello.

[76] Hay que decir algo bueno, discretamente,

y repetir lo bueno que dicho está.

Cuando se trata de mis propias cualidades,

basta con comprender que tengo.

[77] Todas las empresas son la fuente de un gozo [tal]

que, incluso si se vendiese, sería raro.

Así, hay que tomar siempre placer en regocijarse

por las buenas acciones hechas por los demás.

[78] Así, en esta vida no perderé nada

[y] en mis vidas futuras igualmente mi dicha será grande.

Lo contrario me traerá tristeza y miseria

[y] en mis vidas futuras igualmente el sufrimiento grande será.

[79]

Al hablar hay que ser convincente y a propósito;

el sentido debe ser claro y la palabra placiente;

hay que exilar el apego y la ira.

El lenguaje debe ser suave y moderado.

[80]

Al posar mi mirada sobre los seres,

debo pensar: «-Dependo, enteramente,

de ellos para alcanzar la Budeidad-».

Debo mirarlos con franqueza y bondad.

[81]

Siendo movido siempre por la aspiración

o los antídotos a las fuerzas negativas,

grandes virtudes vendrán de los campos

excelentes, benéficos y miserable.

[82]

Debo emprender todo lo que hago

con habilidad y fervor;

en lo que toca todas mis acciones,

no debo depender de nadie.

[83]

Las perfecciones como la generosidad,

se vuelven, conforme [crecen] más profundas;

no hay que sacrificar lo grande por lo pequeño,

hay que preguntarse, sobre todo, lo que es lo que es útil para los demás.

[84]

Así, es con inteligencia que hay

esforzarse, siempre, por hacer el bien de los demás.

Los Grandes Compasivos, porque ven lejos,

permiten transgredir ciertas prohibiciones.

[85]

Hay que compartir su alimento con aquellos sin protector,

los practicantes y los seres de los reinos inferiores;

no hay que comer más que lo estrictamente necesario.

Aparte de los tres vestidos, todo puede ser dado.

[86]

Por un pequeño beneficio, no hay que perjudicar

este cuerpo que practica el santo Dharma.

Por hacer así, todos los anhelos de los seres

serán rápidamente satisfechos.

[86]

Por un pequeño beneficio, no hay que perjudicar

este cuerpo que practica el santo Dharma.

Por hacer así, todos los anhelos de los seres

serán rápidamente satisfechos.

[87]

Sin una motivación, pura, de compasión,

no hay que hacer donación de este cuerpo:

Por el contrario, en esta vida y las demás,

hay que hacer de él la causa de consecución de la suprema meta.

[88]

No hay que explicar el Dharma a aquellos sin respeto,

o turbanados como enfermos,

o que sostengan sombrillas, bastones o armas,

o a aquellos que tengan la cabeza cubierta.

[89]

No enseñéis lo vasto y lo profundo ni a los espíritus estrechos

ni a una mujer sola, pero practicad siempre,

respetando de igual manera

las enseñanzas de los Vehículos Pequeño y Supremo.

[90]

No hay que llevar al Pequeño Vehículo

a aquellos aptos para recibir las vastas enseñanzas;

no hay que abandonar jamás la conducta moral

ni tomar el pelo a los demás por medio de los Sûtras o de mantras.

[91]

Hay que cubrir siempre los esputos

o el mondadientes que haya sido tirado;

es también vergonzoso orinar y demás

sobre una tierra o en aguas utilizados por otros.

[92]

No hay que comer con la boca abierta,

ni llenándose la boca, o haciendo ruido.

Sentado, no hay que estirar las piernas;

ni frotarse las manos.

[93]

No hay que compartir una montura,

un lecho o una recámara con la esposa de otro.

Hay que abandonar todo lo que es percibido

o sabido, que arriesgue chocar al mundo.

[94]

No hay que señalar con el dedo,

pero, respetuosamente, con la mano derecha,

con la mano completamente abierta;

así hay que indicar el camino.

[95]

No hay que hacer grandes movimientos con los brazos,

pero interpelar a los demás por [medio de] un gesto discreto,

cual un chasquido con los dedos u otro signo.

Si no, mi conducta sería grosera.

[96]

Hay que acostarse, en la dirección deseada,

en la postura del Buda cuando pasó al parinirvana;

y con vigilancia tomar, primero,

la firme decisión de levantarse prontamente.

[97]

De todas las prácticas de los Bodhisattvas,

que por el Buda están dichas ser ilimitadas,

habría, tanto como [sea] posible,

[que] practicar, sobre todo, el adiestramiento del espíritu.

[98]

Tres veces por día y tres veces por noche

recitaré el Sûtra «Triskandha»;

y, apoyándome en los Budas y sus Hijos,

las últimas caídas serán purificadas.

[99]

En toda situación y en todo lo que hago,

ya sea para mí o para los demás,

debo esforzarme por poner en práctica

lo que ha sido enseñado para este efecto.

[100]

No hay nada que forme parte

de las prácticas de un Bodhisattva:

para aquellos habilitados para que vivir así

no hay nada que no sea meritorio.

[101]

Ya sea directamente o indirectamente,

que no se actúe más que por el bien de los seres.

Hay que dedicar todo a la Iluminación,

únicamente por el bien de los seres.

[102]

Incluso a riesgo de su vida, jamás hay que

abandonar al amigo espiritual,

enseñante experto del Gran Vehículo,

supremo en las prácticas de los Bodhisattvas.

[103]

Hay que practicar la manera de seguir a un maestro,

según la biografía de Shrisambhava.

Hay que comprender, por la lectura de los Sûtras,

estos consejos, y otros, dados por el Buda.

[104]

Es de los Sutras que las prácticas aparecen;

por esta razón hay que leer los Sûtras.

Es el Sûtra de Akashagarbha

el que hay que estudiar de primero.

[105]

Absolutamente, hay que leer igualmente

el Shiksha-Samuccaya, una y otra vez,

puesto que todo lo que es menester practicar constantemente

está largamente y claramente expuesto en él.

[106]

Además, hay que leer de cuando en cuando

el Sûtra-Samuccaya, que es menos largo,

y esforzarse por estudiar, igualmente,

las dos obras escritas por Arya Nagarjuna.

[107]

Hay que poner en práctica todo los que

no está prohibido en esas obras

y, para proteger el espíritu del mundo,

hay que aplicar correctamente lo que en ellas leemos.

[108]

Analizar una y otra vez

el estado del cuerpo y del espíritu,

es, en resumen, la definición

del mantenimiento de la vigilancia.

[109]

Hay que poner en obra todo esto.

¿Qué puede uno acabar, pronunciando palabras sólo?

¿[Acaso] los enfermos se curan

por leer sólo un manual médico?


Fuente: http://sambodhi.iespana.es/

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