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Thangka, «templo ambulante» de los tibetanos

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Thangka_budista.jpgLa thangka es un tipo de pintura tibetana usada por los budistas para meditar, también conocida como «templos ambulantes» debido a la vida nómada de los tibetanos y considerada una de las mejores expresiones del arte tibetano.

La aparición de la thangka, originaria de la India, en el Tíbet se remonta a los siglos VII y VIII. Las thangkas sirven para mostrar las teorías budistas y es una forma de profesar el budismo, representar historias de la vida de los santos, las actividades religiosas, conservar la iconografía de las figuras importantes, dar a conocer los sucesos históricos y la cultura tradicional.

Los monjes budistas rezan ante los budas de los thangkas para meditar y realizar su ejercicios de contemplación. Por su parte, los adeptos a esta religión cuelgan las thangkas en su casa y les hacen ofrendas.

La thangka se suele realizar sobre papel o tela, a veces se teje en tela o seda, con un marco de madera.

Las telas de lino o algodón son las más utilizadas en estas pinturas. La seda se utiliza cuando se trata de temas importantes. Antes de comenzar la elaboración de una thangka, hay que hacer unos preparativos: se cosen los bordes de la tela con hilos de lino y tenderla en un marco de madera; luego se recubre la tela con un pegamento mezclado con polvos de talco, para alisarla.

Cuando se seca la tela, el artista elabora un bosquejo al carboncillo de las imágenes que quiere realizar y comenzará su trabajo generalmente por la figura central y seguirá con los dioses que la rodean y el paisaje y, por último, coloreará la pintura con un pincel. Después, el pintor decorará su pintura con adornos de seda.

Los budistas tibetanos seleccionan los budas de las diferentes escuelas de la religión, los que constituyen la figura más importante y más grande de una thangka. En la parte de arriba, se pintará la figura del «maestro», quien orienta la meditación. Los «defensores» del budismo aparecen en los dos lados y la parte de abajo de la pintura, para proteger a los seguidores de los demonios.

Trabajo riguroso

La tarea primordial de los artistas de thangka es ofrecer informaciones iconográficas. Las thangkas se elaboran siguiendo reglas rigurosas, que estipulan cosas como el tamaño de los diferentes tipos de figuras. Pocas thangkas demuestran la visión personal o la creatividad del creador y sus pintores siempre permanecen en el anónimato.

Para los pintores de thangka, muchas veces monjes, la elaboración de estas pinturas es una profesión. Tienen que leer las sutras budistas y aprender de memoria los detalles de las figuras de los budas. Para ellos pintar es también un proceso contemplativo y meditativo.

Pero también hay pintores no religiosos a los que sólo les interesa la técnica.

Los colorantes son de suma importancia para crear una buena thangka. Antes solían utilizarse colorantes de oro, plata, minerales preciosos y colorantes vegetales. Pero como son caros y escasos, ahora también se usan colorantes químicos.

El tamaño de las thangkas giran entre unos centímetros cuadrados y varios metros cuadrados, que costará meses o años de trabajo a los artistas. Cada año los templos muestran a sus fieles una thangka de varios metros cuadrados al aire libre.

Como los templos tibetanos también tienen institutos de medicina tibetana, algunas thangkas muestran los conocimientos de los tibetanos sobre la medicina y sus remedios, así como sus conocimientos sobre el cuerpo humano, la vida y la muerte y la relación entre el ser humano y el universo.


Fuente: www.spanish.xinhuanet.com




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