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El perdón, a través de las religiones

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perdon.jpgEs por todos conocidos no solo desde el punto de vista espiritual (no importa cual religión) siempre se nos invita al perdón y lo más interesante es que no se niega la existencia o aparición del rencor, como complementos; el individuo puede estar en cualquiera de éstos dos estados y es él quien elige en cual quedarse ,es decir, el perdonar, no implica que podemos sentir rabia o rencor en determinado momento, la invitación es a per (prefijo latino de perdón, que significa: “ dejar pasar”) y donar (regalar, condonar lo pendiente) .

El cristianismo lo expresa de la siguiente manera: “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos y calumnia, junto con toda maldad. Más bien, sed bondadosos y misericordiosos los unos con los otros, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” (La Biblia Efesios 4:31). Cristo como figura a imitar se presenta como hombre lleno de paz y por ende de misericordia, una capacidad enorme de perdonar, la capacidad de dejar pasar y condonar lo pendiente se nos presenta como una manera óptima e incluso saludable, y requisito de vida eterna.En el Budismo, el perdón se concibe como una práctica para prevenir pensamientos dañinos que puedan alterar nuestro bienestar mental.

El budismo reconoce que los sentimientos de odio y rencor dejan un efecto duradero en nuestro karma. De hecho, el budismo promueve el cultivo de pensamientos que dejen una sensación sana.

«En la contemplación de la ley kármica somos conscientes de que no hay razón para buscar venganza pero practicando el metta y el perdón, puesto que el agresor es, realmente, el más desafortunado de todos». Cuando surge el resentimiento, la visión budista tiene un proceder tranquilo hacia su dispensación buscando la causa desde su raíz, este se centra en la liberación del sufrimiento y el engaño, por medio de la meditación recibiendo con ella entendimiento de su naturaleza. El Budismo cuestiona la realidad de las pasiones que hacen posible el perdón y los objetos de esas pasiones. «si no perdonamos, continuamos creando una identidad alrededor de nuestro dolor, y esta es la que renace continuamente, esta es la que sufre.»

El Budismo pone demasiado énfasis en los conceptos de Mettā (tierna amabilidad), karuna (compasión), mudita (gozocompasivo),y upekkhā (ecuanimidad), como medios para evitar el resentimiento en primer lugar. Esas reflexiones son usadas para el contexto del sufrimiento en el mundo, tanto el nuestro como los demás.

El islam enseña que Dios (Alah) es «el misericordioso», y la fuente original de todo perdón. El perdón frecuentemente requiere el arrepentimiento de quienes han de ser perdonados. Dependiendo del tipo de error cometido, el perdón puede provenir directamente de Dios, o del ofendido. En el caso del perdón divino, la petición de tal perdón y el arrepentimiento es relevante; en el caso del perdón humano, es importante tanto perdonar como ser perdonado.

El libro fundamental del Islam, el Corán, enseña que sólo hay un pecado que Dios no perdona, la asociación de otros dioses a Dios (politeísmo) si se mantiene hasta la muerte, pero sí perdona a quien vuelve a Dios e implora sinceramente perdón y abandona la adoración de los demás dioses (Corán 4:116)
Aunque en ciertas ocasiones el Corán autoriza el ataque a los infieles (por ejemplo 9:12), como norma general se interpreta que se refiere a ataques de autodefensa. Cuando es posible, el Corán aclara que es mejor perdonar que atacar. El Corán describe a los creyentes (musulmanes) como aquellos que «evitan pecados y el vicio, y cuando son ofendidos perdonan» (42:37. El Corán, aunque acepta que un justo castigo es razonable, afirma que «quienes perdonan y mantienen la corrección son recompensados por Dios» (42:40).

Para ser perdonado por Dios, el Corán exige tres requisitos:

Reconocimiento de la ofensa ante uno mismo y ante Dios

Proponerse no repetir la ofensa

Pedir a Dios el perdón

Según las últimas investigaciones científicas, cuando el estado de ánimo se mantiene deseando una revancha o represalia, el cerebro y el cuerpo humano promueven toxinas que actúan sobre el organismo y afectan los sistemas cardiovascular, digestivo y nervioso. El doctor Frederick Luskin, profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford y fundador del Stanford Forgiveness Project (institución que estudia los efectos del perdón en el ser humano) asegura que perdonar nos libera para vivir a plenitud y con salud de mente, cuerpo y espíritu.

Según los estudios de Luskin (quien también es autor de la obra «Perdona para siempre») cuando una persona condona una ofensa eleva su vitalidad, su apetito, sus patrones de sueño y su energía. Todo lo que disminuye la ira, el dolor y la depresión, puede reducir también la presión arterial y hacer a las personas más optimistas, energéticas y vitales.

Beneficios del perdón

Los investigadores del tema aseguran que al perdonar se obtienen los siguientes beneficios:

– Disminución de los niveles de ira y hostilidad.

– Aumento de los sentimientos de amor.

– Mejor habilidad para controlar la ira.

– Incremento en la capacidad de confiar en otros.

– Liberación de los sentimientos asociados a eventos del pasado.

– Ayuda para evitar la repetición de ciertos de patrones negativos.

– Mejoría significativa en los desórdenes de índole psicológico y de la salud en sentido general.

– Beneficia tanto a quien lo otorga como a quien lo recibe.

– Fortalece y solidifica las relaciones.


Fuente: www.acn.com.ve

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