Inicio Enseñanzas Textos fundamentales Shantideva – Bodhisattvacharyavatara VIII: La concentración (Versos 135 – 187)

Shantideva – Bodhisattvacharyavatara VIII: La concentración (Versos 135 – 187)

65
0


Shantideva

Bodhisattvacharyavatara

Homenaje a los Budas y los Bodhisattvas

shantideva-5-0b5ee-3.gif

VIII: La concentración

[136]

Luego, para apaciguar lo que me hace sufrir

y aliviar los sufrimientos de[l] otro,

me daré a los demás,

y los consideraré como yo mismo.

[137]

«-Estoy al servicio de los demás-»,

está seguro de ello, tú, mi espíritu.

No tengas ningún otro pensamiento ahora,

si no es el de hacer el bien de[l] otro.

[138]

Puesto que se consagran a los demás, es incorrecto

utilizar mis ojos y demás órganos por mi propia cuenta.

No es correcto, tampoco, utilizarlos

para actuar contra el bien de[l] otro.

[139]

Al ser los seres mi mayor preocupación,

debo tomar todo lo que veo

sobre mi cuerpo y utilizarlo

para venir en ayuda de los demás.

[140]

Considerando a los seres inferiores y demás como «yo»;

considerándome yo mismo como «[el] otro»,

sin fabricaciones mentales, debo meditar

sobre la codicia, la competividad y la suficiencia.

[141]

«-Tiene los honores, no yo;

no tengo tantos bienes como él;

es alabado y yo recibo críticas;

es él dichoso, pero sufro yo-».

[142]

«-Soy yo quien hace todo el trabajo;

él, no toma más que holganza;

en el mundo, es reconocido como grande,

yo, como insignificante y sin calidades-.

[143]

¿Qué significa «sin calidades»?

El, y todos los seres, tenemos cualidades.

comparado con algunos, él es inferior, ¡cierto es!

Comparado con otros, soy superior, ¡cierto es, también!

[144]

La declinación de mi moralidad y de mis vistas filosóficas

es debida a la fuerza de mis perturbaciones; no puedo
hacer nada [por
impedirlo].

Cuidarme debe en la medida de que lo pueda;

de buen talante aceptaré los inconvenientes de ello.

[145]

Pero, de hecho, no soy yo objeto de sus cuidados,

¿por qué me desprecia?

Aunque posea calidades,

¿de qué me sirven, si no me ayuda?

[146]

Este ser, sin compasión por aquellos que están presos

en el hocico envenenado de los renacimientos inferiores,

orgulloso de exhibir sus cualidades ante los demás,

desea medirse con los Sabios-».

[147]

«-En cuanto a los que son mis iguales,

con el fin de sobrepasarlos me [las] arreglaré certeramente

para volverme rico y estimado,

incluso si ello acarrea disputas.

[148]

A toda costa, exhibiré

mis cualidades ante el mundo todo.

Pero haré de [tal] modo que de las cualidades de los demás

nunca nadie escuche hablar.

[149]

Igual, esconderé mis faltas,

seré adulado, pero ellos no.

Desde ahora, amasaré bienes muchos,

seré honrado, pero ellos no.

[150]

Durante largo tiempo, con placer,

miraré su infortunio;

serán el hazme reír de todos,

cada uno les hará reproches-».

[151]

«-Este perturbado ser está dicho querer

rivalizar conmigo. Pero, en instrucción,

sabiduría, belleza, familia o riquezas,

¿cómo podría ser mi igual?

[152]

Así, escuchar hablar

de mis cualidades, por todos conocidas,

me hará estremecer de holganza,

será una dicha perfecta.

[153]

Si, alguna vez, trabaja para mí,

incluso si posee algunos bienes,

le dejaré justo con qué vivir,

y le quitaré el resto, a la fuerza.

[154]

Echaré a perder su dicha, y siempre

lo haré endosar mis propias penas;

pues cientos de veces me ha perjudicado

durante la existencia cíclica-».

[155]

Puesto que buscas tu propio bien, espíritu mío,

aunque hayan pasado edades sin número,

agotándote completamente,

no has recogido más que sufrimientos.

[156]

También, hay que involucrarse, sin titubear,

a obrar plenamente por el bien de[l] otro.

Puesto que la palabra del Muni no engaña nunca,

las ventajas se verán en las vidas futuras.

[157]

Si tú hubieras, en el pasado, actuado siempre así,

tu situación actual, que no es

la felicidad perfecta de la Budeidad,

no habría podico producirse.

[158]

Enntonces, igual como miras las gotas

de esperma y sangre de otros como siendo «yo»,

así debes habituarte, igualmente,

a mirar ahora a los demás.

[159]

Tras haber analizado, minuciosamente,

si tu comportamiento perjudica a los demás o no,

debes tomar todo lo que aparece sobre tu cuerpo

y utilizarlo para ayudar a los demás.

[160]

«-Soy dichoso, pero no los otros;

estoy arriba de la escalera, los demás están abajo;

me doy provecho, pero no los demás-».

¿Por qué no estar envidioso de mí?

[161]

Debo actuar sin pensar en mi propia dicha

y asumir el sufrimiento del otro.

Cuando cometa un a fechoría, debo preguntarme el porqué de mi acto.

Así, debo examinar mis faltas.

[162]

Debo transformar en mías

las fechorías cometidas por otro;

debo revelar a los demás

la [más] mínima fechoría por mí cometida.

[163]

Al exaltar el renombre de otro,

el mío será eclipsado.

Como el último de los esclavos,

debo servir al bien de todos.

[164]

Que no alabe mis algunas calidades pasajeras

puesto que naturalmente estoy lleno de defectos.

Que haga de modo [tal] que absolutamente

nadie conozca mis cualidades.

[165]

En breve, que pueda todo el mal que has causado

a los otros por tu bien propio, espíritu mío,

recaer sobre mi misma persona,

por el bien de todos los seres.

[166]

No hay que ser descarado,

ni actuar con suficiencia,

pero a la menera de una joven novia,

hay que ser tímido, modesto y reservado.

[167]

¡Así actúa, espíritu mío! ¡Quédate así!

¡Si no actúas por el bien de[l] otro

te haré pasar bajo mi control.

Si haces caso omiso, te plegaré.

[168]

Pues bien: si pese a mis consejos,

tú, espíritu, no actúas así,

como eres el soporte de todos los defectos,

no me queda más que acabarte.

[169]

En el pasado me perdías,

pero ese tiempo ya pasó.

Te veo, ahora, ¿dónde más puedes ir?

Toda tu altivez destruiré.

[170]

Además, ¡abandona toda intención

de obrar para tu propio bien!

Puestro que te he vendido a los otros,

no te desalientes, ponte a su servicio.

[171]

Si por falta de atención

no te ofrendo a todos los seres vivientes,

es certero que es a mí

a quien entregarás a los guardianes de los infiernos.

[172]

En el pasado me has entregado así;
largo tiempo he sufrido por ello.

Ahora, te guardo por ello rencor,

triunfaré sobre tus intenciones egoístas

[173]

También, si dichoso deseo ser,

no debo quererme a mí mismo.

Por demás, si protegido deseo ser,

debo siempre proteger a[l] otro.

[174]

Cuanto más cuidado tome

de este cuerpo,

más caeré en un estado

en el que no soportaré ni siquiera el más mínimo sufrimiento.

[175]

Tras haber caído en un estado tal,

si nada en esta Tierra

tiene el poder de satisfacer mis ganas,

¿quién podrá contentarlas?

[176]

De los deseos que no pueden ser satisfechos

nacen las perturbaciones y el descontento;

Pero aquel que no depende de nada,

conocerá la dicha perfecta, inagotable.

[177]

También, a los deseos del cuerpo no daré

ninguna ocasión de crecer;

el mejor objeto es aquel

que no considero como deseable.

[178]

Esta forma impura, destinada a volverse polvo

incapa de moverse sola, propulsada por otros

y que es tan difícil de soportar,

¿por qué tomarla por «yo»?

[179]

[Ya sea] que viva o muera,

¿de qué podría servirme esta máquina?,

¿en qué es diferente de un terrón?

¡Miseria! ¿Por qué no correr este orgullo?

[180]

Al apurarme por responder al más mínimo deseo del cuerpo,

he acumulado sufrimientos, sin razón.

¿Para qué apegos e iras

por lo es semejante a un pedazo de madera?

[181]

[Ya] sea, así, objeto de mis cuidados,

o [ya] sea devorado por los buitres,

si por ello no tiene ni apego ni ira,

¿por qué razón apegarse a él?

[182]

Si no conoce ni la ira

cuando es criticado,

ni el gozo cuando es alabado,

¿por qué razón me agotaría por él?

[183]

«-Pero yo amo a este cuerpo;

somos amigos, él y yo-».

Puesto que todos los seres aman su cuerpo,

¿por qué no tomar placer por ellos?

[184]

Así, para hacer el bien de los seres,

debo renunciar a mi cuerpo, sin apego;

Pese a sus numerosos defectos, lo utilizaré

como instrumento de trabajo.

[185]

¡No más comportamiento pueril, basta ya!

seguiré el ejemplo de los Sabios.

Habiéndome recordado los consejos sobre la atención,

rechazaré el sueño y la torpeza.

[186]

Como los Hijos compasivos de los Vencedores,

aceptaré pacientemente lo que tenga que hacer;

pues, si no hago esfuerzos día y noche,

¿cuándo vendré al cabo de mis sufrimientos?

[187]

Así, con el fin de eliminar los velos,

haré salir a mi espíritu de las vías erradas,

y lo pondré, siempre,

en equilibrio meditativo sobre el objeto perfecto.


Fuente: http://sambodhi.iespana.es/

Artículo anteriorShantideva – Bodhisattvacharyavatara IX: La perfección de la Sabiduría (Versos 1-35)
Artículo siguienteTailandia transformará tanques viejos en arrecifes de coral