Las postraciones son algo especialmente importante en cuanto a la generación de méritos, es decir de karma positivo. A menudo, las peregrinaciones a los sitios sagrados del budismo se realizan viajando a pie, alternando tres pasos andando y una postración completa, recorriendo cientos o miles de kilómetros tirándose al suelo y volviéndose a levantar, para seguir postrándose una vez en destino, como los muchos peregrinos que llegan cada día a Bodghaya, el lugar donde el Buda alcanzó el Nirvana.
Cuándo o dónde hacer postraciones
Para la mayoría de budistas occidentales hay al menos tres situaciones en las que deberemos postrarnos, a no ser que salgamos a hacer algún viaje de peregrinación o hagamos ciertas prácticas concretas:
* Al entrar en una gompa: Cuando se entra en una gompa es señal de respeto realizar tres postraciones ante el altar principal. También cuando vas a irte hasta otro día.
* En presencia del maestro: Cuando se espera a que entre el lama para ofrecer una enseñanza o dirigir una puja, hay que esperar a que se siente en su trono. Entonces, se hacen tres postraciones cortas antes de sentarnos, y se repiten cuando el lama se levanta para irse.
* Al poner y quitar el altar: Inmediatamente después de montar el altar y justo antes de empezar a retirarlo, deben hacerse tres postraciones cada vez, usualmente acompañadas del mantra de Tara Verde.
El saludo
La postración consta de dos partes: El saludo y la postración en sí. El saludo consiste en hacer el mudra de salutación o devoción (uniendo las manos palma con palma, con los pulgares juntos bajo los índices). Con las manos así unidas, visualizamos que del Buda que tenemos delante surgen 34 rayos de luz, que representan a los otros 34 budas, y se colocan en la coronilla, la frente, la garganta (o la boca) y el corazón:
* Unir las manos sobre la coronilla: Representa la aspiración que tenemos de llegar a ser budas, simbolizando la upsnisha, la protuberancia que tienen en la cabeza.
* Unir las manos sobre la frente: Una luz blanca surge en la frente del Buda hasta la tuya, purificando el karma de haber actuado mal con nuestro cuerpo (robado, matado, tenido una sexualidad inapropiada).
* Unir las manos sobre la garganta o la boca: La luz que nos impregna purifica el karma de haber hablado mal (mintiendo, cotilleando, insultando o hablando con dureza).
* Unir las manos sobre el corazón: La luz, que ahora es azul, purifica los malos pensamientos (envidia, maldad, visión incorrecta del Dharma).
La postración
Explicaremos esto con ayuda de imágenes de la Venerable Thubten Chodron, monja budista fundadora de la abadía de Sravasti, en Estados Unidos:
Fuente: www.sanghavirtual.org
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