Inicio Arte sacro Obras maestras de la pintura religiosa y mitológica: El jardín de las...

Obras maestras de la pintura religiosa y mitológica:
El jardín de las delicias

51
0

El jardín de las delicias


El_Bosco.gif

Autor:El Bosco

Fecha:1503-04

Museo:Museo del Prado

Características:220 x 195 cm.

Material:Oleo sobre tabla

Dentro del estilo flamenco, este autor procedente de Holanda se desmarca completamente de su época e incluso de posteriores. El tríptico cerrado y abierto es una alegoría completa del origen y fin del mundo: cerrado muestra una de las primeras escenas del Génesis, la creación del mundo vegetal, origen de la vida; por el contrario, abierto enseña la Creación completa en la puerta izquierda, el Infierno en la derecha, y en el centro las más variadas formas de la sensualidad, que presumiblemente conforman la vida terrenal.

Leído de principio al fin, narra la historia de la caída del género humano, sin posibilidad de redención, puesto que no existen las figuras divinas de Cristo o María, ni tampoco la elección de los benditos para vivir en la Gracia de Dios tras el Juicio Final. El mundo, los mundos que presenta el Bosco no tienen nada que ver con la realidad, ni con la comprensión humana.

infierno_musical-2.gif Es uno de los primeros genios de la historia del arte que introduce en sus imágenes el componente onírico que supera la realidad consciente. La fantasía, el humor, la crítica vitriólica saturan esta imagen cruda del ser humano, que se precipita en el infierno con cada uno de sus actos. El Bosco puebla sus paisajes con monstruos, plantas antropomorfas, objetos imposibles. El ser humano, desnudo ante sus actos, es poco más que un gusano diminuto pululando entre ambientes misteriosos. Las encarnaciones de la sensualidad son deslumbrantes por su variedad: la música, el amor, el juego, la bebida, incluso el aprendizaje y el conocimiento.

En el infierno, el sueño-pesadilla se disloca: orejas de las que emergen cuchillos, demonios con bocas dentadas en el vientre, escaleras que no llevan a ningún sitio y, entre todo ello, los cuerpos de los pecadores que están siendo despedazados por los demonios y sus máquinas infernales. La técnica minuciosa de El Bosco está directamente relacionada con la pintura de su época y los avances con el óleo. Pero su forma de componer y situar las figuras en el espacio, así como su interpretación de un tema clásico de la pintura religiosa, no tienen nada en común con los otros pintores de su entorno.


Fuente: www.artehistoria.jcyl.es

Artículo anteriorReligiones de la India: Jainismo
Artículo siguienteAsociación Zen de Alicante