Tras salvarse de un naufragio, José Antonio García Calvo, prometió a la Virgen del Carmen realizar una peregrinación por todos los lugares sagrados del mundo. Diez años después vuelve a su casa en el Puerto de Santa María (Cádiz).
La odisea de José Antonio, a quien se le conoce ya como ElPellegrino, tal y como le apodaron los periódicos italianos, comenzó en aguas noruegas el 1 de enero 1999. Aquel día faenaba con otros dieciséis marineros abordo del buque bacaladero Revolución. Fue el último viaje del barco. Su naufragio se cobró la vida de todos sus compañeros. Él se mantuvo a flote entre los cadáveres durante más de nueve horas, hasta que fue rescatado en avanzado proceso de congelación.
Su recuperación se prolongó durante más de ocho meses en una cámara hiperbárica. Cuando por fin fue dado de alta, el marinero cogió los 36.000 euros que tenía ahorrados y salió decidido a cumplir la promesa que le había hecho a la Virgen del Carmen cuando luchaba por sobrevivir en las gélidas aguas: Realizar una peregrinación por todos los lugares sagrados del mundo.
De este modo, José Antonio comenzó a andar y sus pasos le han llevado a los más variados confines. Ha visitado Palestina y Roma, donde fue recibido por el papa Juan Pablo II; ha alcanzado las remotas tierras del Tibet, ha recorrido perdidos caminos de Rusia o China y ha atravesado el continente americano de norte a sur, a una media de treinta kilómetros al día.
Ahora, este caminante de 60 años está afrontando la recta final de su peregrinaje. Hace unos días llegó a Santiago de Compostela procedente de Jerusalén. Allí dio por finalizado su viaje a pie. «Ahora regreso a mi tierra para descansar y estar con mis nietos», comenta. Su intención era realizar en tren la distancia que le separaba de la ciudad gallega hasta el Puerto de Santamaría. Sin embargo, un camionero le llevó en su vehículo dejándole ayer en Sagunt.
Con su inseparable mochila a la espalda, José Antonio volvió ayer a visitar los lugares por donde ya pasó hace seis años. Mientras tanto va pensando en su próximo reto, plasmar en un libro todas las vivencias y experiencias acumuladas durante esta década de caminante. Por lo pronto, ya tiente elegido el título: Los tres enemigos del peregrino: los curas, los perros (de dos patas) y los pies.
Fuente: www.levante-emv.com
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