El dia de la Iluminación del Buda
En el calendario budista hay una fecha muy especial: la luna llena del mes indio vaishakha, el día del Buda. Conmemora el día en el que Siddhartha Gotama logró liberarse de todos sus condicionamientos y de sus limitaciones humanas para ponerse a la par con la realidad, transformándose en la personificación viva de la verdad y convirtiéndose en un buda.
El Buda, el hombre que encontró el camino
Todos los seres humanos son capaces de evolucionar hasta convertirse en budas. Sin embargo, fue un hombre que alcanzó la iluminación a solas quien abrió el camino para que el resto de la humanidad pudiera seguirlo. Para ser más precisos, debemos decir que el camino fue reabierto, ya que, de forma tradicional, se dice que ya habían existido otros budas, es decir, muchos otros pioneros en el sendero que conduce a la «evolución superior». Cuando hablamos del Buda nos referimos a Siddhartha Gotama, quien descubrió el sendero una noche de luna llena del mes lunar de abril-mayo en el año 542 antes de la era común (AEC).
Él solía explicar su hallazgo de la siguiente manera:
«Imaginad a un hombre que al andar por unos bosques salvajes encuentra un camino muy antiguo, un sendero muy viejo por el que han viajado muchas personas en la antigüedad y, entonces, él decide seguirlo. Al hacerlo descubre una ciudad ancestral, una antigua capital real donde vivió mucha gente, con parques, arboledas y lagos. La ciudad se encuentra cercada pero su hermosura es evidente. Del mismo modo, he encontrado un antiguo sendero a través del que han viajado los seres iluminados de antaño».
El Vesak, día de fiesta
Para conmemorar este importante descubrimiento hay un día muy especial de celebración en el calendario; Vaishakha Purnima, que es el día de luna llena del mes indio vaishakha. En pali, vaishakha es vesakha, que en singalés se traduce como «Wesak» y éste es el nombre que recibe el festival budista más importante. En Wesak los budistas celebran lo que consideran el mayor evento de la historia, la ocasión en que un ser alcanzó la iluminación por primera vez. Se conmemora el día en que Siddhartha Gotama finalmente logró liberarse de todos sus condicionamientos y de sus limitaciones humanas para ponerse a la par con la realidad, transformándose en la personificación viva de la verdad y convirtiéndose en un buda.
Diferentes maneras de celebrar la iluminación del Buda
Al tener ideas diferentes de lo que se celebra en Wesak además de la iluminación del Buda, los budistas de diversas partes del mundo han establecido sus propias tradiciones nacionales para señalar el evento.
En Sri Lanka y Birmania la gente enciende velas y las ofrece como veneración a la memoria del Buda. En el Tíbet lo que encienden son lámparas de mantequilla, haciendo hincapié en que debe ser un determinado número de lámparas (ciento ocho o mil ocho). En muchos países budistas la gente canta y recita versos en honor del Buda, en ocasiones durante horas e, incluso, todo el día y toda la noche. En otros lugares se organizan conferencias y discusiones, y, claro está, hay quienes lo celebran meditando.
En un nivel social se festeja dando de comer a los monjes. En algunos países budistas ésta es una tradición popular que se lleva a cabo en ocasiones festivas. Lo que hacen es juntar al mayor número de monjes posible, que se sientan en el suelo formando filas y, entonces, pasan los feligreses ofreciéndoles comida. Los budistas de Occidente siguen el ejemplo de las antiguas celebraciones tradicionales de Wesak, aunque todavía hay muchos que se encuentran desarrollando su propio estilo, dependiendo de su cultura y de su contexto.
El Wesak, una fiesta de alegría
Sin importar de qué forma se celebre Wesak, los budistas se encuentran unidos por su propósito central, es decir, comparten la alegría de que ha surgido un buda en el mundo. Así, continúan una tradición que data de mucho tiempo atrás. Sólo tenemos que mirar los ejemplos de los grabados en piedra más antiguos de la India budista para damos cuenta de esta evidencia. Una muestra notable de esto es la composición que coloca al Buda, de forma simbólica, en un trono rodeado de monjes, monjas y personas laicas, todos con la manos unidas sobre la cabeza ofreciendo guirnaldas, fruta, pañuelos de seda y todo tipo de cosas.
Lo que es realmente notable en la escena es la expresión de gozo absoluto de todas estas figuras y la forma tan alegre en que hacen sus ofrendas al Buda. Esta representación nos transmite la impresión de que se trata de una celebración excelsa y espectacular, a causa de un evento muy emocionante y que tiene una importancia cósmica. No sería una exageración decir que, a través de su obra, el artista nos hace pensar que los que realizan las ofrendas están locos de alegría, si es que cabe pensar que los budistas pudieran estar locos por algo. De cualquier modo estos personajes parecen estar locos de alegría.
Lo que nos recuerda el Wesak
Podemos interesarnos por el sendero espiritual que siguió un hombre hace dos mil quinientos años. Sin embargo, será más importante contemplar el sendero que podemos seguir nosotros aquí y ahora; un sendero con el que se comprometen los budistas, las personas que establecen la budeidad como meta esencial. En otras palabras, cuando los budistas celebramos la iluminación del Buda nos alegramos de algo que ocurrió en el pasado, pero además utilizamos la ocasión para reflexionar sobre nuestra oportunidad presente de alcanzar la iluminación, si es que acaso no estamos ya pensando y reflexionando en ello de una forma más persistente, más seria y más profunda. Tales son las reflexiones que este día nos inspira a realizar.
Fuente: www.budismo.com