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Ética budista – Sexualidad

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Para los monjes budistas, tanto del theravada como del mahayana, la actividad sexual está totalmente prohibida por el código del Vinaya. En el mahayana encontramos la más moderna figura del sacerdote en China y especialmente en Japón. Estos pueden casarse y tener hijos normalmente.

Del mismo modo, en el budismo Vajrayana de los himalayas, aquellos lamas que no han sido ordenados como monjes pueden casarse y tener hijos.
En cuanto a los laicos, Buddhaghosa aclara el tercer precepto para hacer hincapié en que se refiere al adulterio, la promiscuidad, la violación, la pedofilia, parafilias y en general cualquier conducta sexual que conlleve la experiencia de dukkha para la persona o para terceros. No obstante, existe evidencia de la confusión de Buddhaghosa en parte de estas materias, especialmente en la homosexualidad al confundir por ejemplo hermafroditismo y bisexualidad.

Hay que destacar que el budismo, como expresión también de su procedencia asiática, no contempla el sexo como algo sucio o dañino. De manera general en Asia se ha considerado desde tiempos antiguos al sexo como una función necesaria para mantener el equilibrio entre el cuerpo y la mente, idea a menudo reforzada por las medicinas tradicionales como la india o la china. Excepto para el camino de renuncia de los monjes, las indicaciones budistas respecto al sexo están en la misma línea de otras actividades, evitando los extremos de adicción o represión.

Respecto a la homosexualidad, ésta fue aceptada por el propio Buda al permitir en vida la ordenación de monjes homosexuales excepto en el caso particular de aquellas personas llamadas entonces pandakas. Así que por tanto no existe en las fuentes ningún comentario explícito referido al tipo de sexualidad de los laicos. En las fuentes budistas no aparecen detalles del tipo de sexualidad sino que el sexo está referido de manera genérica como una actividad fruto del aferramiento. Respecto a los monjes, encontramos la excepción de evitar la ordenación de un tipo concreto de persona vinculada a su orientación sexual mediante las referencias a los pandakas.

El término pandaka no es la traducción de la palabra homosexual sino que la palabra nos refiere a «alguien sin testículos», «eunuco» o «hermafrodita». En la doctrina budista ésta palabra se usa para referirse también a determinado tipo mental. Se describen unos cinco distintos tipos de pandakas, de los cuales a tres de ellos no se les permite la ordenación como monjes. Éstos están caracterizados2 como personas poseídas en alto grado por pasiones sexuales (ussanakilesa), por una lujuria irrefenable (avapasantaparilaha), esencialmente dominados por su libido (parilahavegabhibhuta,) por el deseo de conseguir prostitutas (vesiya) o parejas muy jóvenes (thulakumarika).

Tantrismo en el budismo

La influencia del tantrismo indio causó el surgir del budismo Vajrayana, desarrollado a partir del siglo VII sobre todo en los himalayas. El Tantrismo en el budismo es un conjunto de enseñanzas en las que se incluye el transmutar el impulso sexual para la realización del Nirvana. Si bien en la antigüedad el tantrismo se practicaba tanto con parejas como sin ellas, actualmente el budismo tántrico utiliza principalmente la meditación y visualización.

Hay que notar también que el budismo tántrico no tiene nada que ver con rodear la vida de placer sexual, y no tiene nada que ver con otro tipo de «tantrismos» presentes en nuestra sociedad de consumo. Aunque ésta práctica budista sigue aún siendo poco comprendida e incluso rechazada por muchos budistas de otras tradiciones y escuelas, lo cierto es que contiene una larga tradición de maestros eminentes. Desafortundamente, este terreno ha sido a veces presa fácil para manipulaciones y escándalos de gente sin escrúpulos. Actualmente, todo buen centro y maestro de budismo Vajrayana enseña prácticas en donde el contacto físico no es en absoluto necesario.

Todo ello hacía muy difícil su pertenencia a la comunidad de monjes por su dificultad fuera de lo normal para tranquilizar sus pasiones. Aunque el significado de pandaka no parece incluir directamente a los travestidos y transexuales, así sucedió en un episodio de la vida de Buda con un monje. Por esta asociación, en la mayoría de comunidades budistas como por ejemplo en la Tailandesa, tradicionalmente se ha vetado el acceso al monacato a transexuales y travestidos, si bien recientemente en el caso tailandés algunos abades ya han dado su consentimiento a la ordenación de éstos como monjes al hacer énfasis en subrayar la descripción de un estado mental pero no del aspecto exterior de la persona.

Hay que tener en cuenta que ninguna escuela budista anterior al siglo XVII, el siglo de la expansión europea, jamás trató a la homosexualidad como «conducta sexual incorrecta». Hay no obstante un número de comentadores y maestros que se van adecuando a su cultura, sociedad y poderes sociales. Y así encontramos posiciones en contra o a favor de la homosexualidad e incluso de determinadas prácticas sexuales. También actualmente algunos maestros varían algo su discurso, dependiendo de si lo dirigen a su comunidad de origen o si están de visita en otros países. Aunque de nuevo hay que recordar aquí la influencia occidental de los últimos siglos, ya que las legislaciones de países de mayoría budista como Tailandia, Birmania o Sri Lanka, no contenían disposiciones legales contra la homosexualidad entre adultos hasta la llegada de la época colonial, y en cambio este tipo de disposición legal ha sido tradicional durante siglos en muchos países occidentales.

wikipedia

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