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La memoria del agua : un mundo entero en una gota de agua

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La memoria del agua

un mundo entero en una gota de agua

Cualquier cosa que añadimos al agua será absorbida por él; y cualquier cosa que hagamos al agua, el agua nos lo devuelve.
Nuestra percepción del agua va cambiando gradualmente, alterando nuestra comprensión de todo lo que hay en él. Ningun aspeto del agua puede ser plenamente entendido de manera aislada. Todos los aspetos del agua están relacionados entre sí y se complementan. ¿Cómo se entiende esto?

A pesar de su fluidez y de su capacidad de metamorfosearse en distintos estados, las moléculas de agua tienden a adoptar una estructura estable y almacenan inumerables diferentes informaciones al mismo tiempo, obetenidas en forma de vibraciones moleculares. Cuando bebemos el agua pura y cristalina de un manantial de montaña, estamos saboreando miles de minerales que el agua ha traído a la vida desde las profundidades del subsuelo. Así bebemos la vitalidad del agua y recibimos la energía de él en forma de buenas informaciones que trae el agua por su memoria de su largo viaje.

Jacques Benveniste
Jacques Benveniste
La cuestión de la memoria del agua ha levantado una gran controversia entre los círculos científicos. Un bioquímico francés, Jacques Benveniste, ha estado en primera línea de esta polémica durante la pasada década de los 90, aunque también hay otros investigadores trabajando en el tema. Él ha mostrado el agua como medio de comunicación y que el agua actúa como transmisor de la energía física y vibracional almacenada. Benveniste llegó hasta las cabeceras de la prensa porque era un científico respetado de corte tradicional; la mayoría de los trabajos sobre la memoria del agua han sido realizados al margen de la ciencia convencional y por tanto resultaban más fáciles de ignorar. Como era imposible ignorar el trabajo de Benveniste, la ciencia oficial ridiculizó su metodología y resultados, y le acusó de fraude.
La idea de que el agua trasmite vibraciones no es nueva. La práctica de fortalecer el agua exponiendola a energías sutiles o a frecuencias electromagnéticas específicas ha sido practicada desde hace 200 años por la homeopatía.

Benveniste demostró que en disoluciones extremas se puede modificar la actividad biológica del agua aunque no estén presentes las moléculas de la sustancia original. Cabe interpretar que sus resultados indican que el agua tiene memoria.

Es evidente que métodos tradicionales quimicos de análisis del agua no nos permiten la entrada a la vitalidad del agua. Pero solo con esta vitalidad por ejemplo el agua puede desintoxicar nuestro organismo.

Sin embargo los experimentos de Benveniste también mostraron que la información biológica contenida en el agua podía ser transmitida de un frasco de agua a otro. Esto demuestsra el funcionamiento de métodos con las cuales se puede reactivar el contenido de información del agua. Pero ¿cómo captan las células de nuestro cuerpo la información transmitida por el agua? ¿Están nuestros cuerpos gobernados únicamente por reacciones químicas?
El ser humano y cualquier ser vivo es más que una combinación de compuestos químicos. Un cuerpo muerto sólo es un objeto físico degradándose hasta formar una colección desordenada de compuestos químicos.

La vida en cambio, conciste en la variedad de informaciones y en funciones coherente, es decir el juego de conjunto de sus fuerzas vitales.
Mientras que a todos los demás seres vivos se les ve descomponerse al morir y convertirse en un conglomerado de productos químicos desordenados de los que ha desaparecido la fuerza vital, el agua muerta sigue teniendo aspecto de agua a la vista del ojo no entrenado. Y solemos esperar que haga el mismo trabajo que el agua sana y energética.


Fuente www.agua-viva.info

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