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Representante del Dalai Lama en México. Un diálogo entre la espiritualidad y la ciencia

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¿Cómo es que se puede ser budista y vivir en un mundo tan complejo? Marco Antonio Karam, fundador de la Casa Tíbet en la Ciudad de México, responde con una sonrisa: “Yo preguntaría, más bien, ¿cómo es que se puede vivir en un mundo así y no serlo?

• En los cursos que imparte Marco Antonio Karam, sostiene que la felicidad genuina no depende de lo que extraemos del mundo, sino de lo que aportamos a él. Hoy es el representante directo del Dalai Lama en México y ha dedicado los últimos 23 años de su vida a la Casa Tíbet, situada en la Ciudad de México, y de la que ahora dependen 18 centros en el interior de la República, Centroamérica y el sur de Estados Unidos.

Foto: Especial  Marco Antonio Karam con el líder espiritual del Tíbet.
Foto: Especial Marco Antonio Karam con el líder espiritual del Tíbet.

¿CÓMO CONOCISTE AL DALAI LAMA?

Lo conocí en 1987 en Dharamsala, India, en donde vive la comunidad tibetana en el exilio. Yo había estudiado en la Universidad Naropa, en Boulder, Colorado, fundada por grandes lamas tibetanos, y había estado en un monasterio en Nepal. En la primera audiencia que tuve con Su Santidad me sugirió la posibilidad de fundar una representación cultural del Tíbet para Latinoamérica. Me ofreció que si se lograba el proyecto, él vendría a inaugurarlo. En aquel entonces había solo una casa del Tíbet fuera de India, la de Nueva York, fundada por intelectuales tibetanos y apoyada por gente como Melissa Mathison y Philip Glass. En 1989 inauguramos la Casa Tíbet y lo hicimos precisamente con la primera visita del Dalai Lama a México.

¿Y HOY CÓMO ES TU RELACIÓN CON ÉL?

Empezó con esa primera audiencia y después, poco a poco, tanto a través de las visitas que he coordinado en México y Latinoamérica, como con los encuentros de apoyo al Tíbet en diferentes partes del mundo, donde tengo la oportunidad de verlo. Es una relación en la que yo lo veo, evidentemente, como uno de mis principales maestros, si no es que como mi principal maestro espiritual, y él me conoce, que hablando del Dalai Lama ya es decir mucho. Él ha sido muy generoso conmigo y con el trabajo que hemos hecho en Casa Tíbet a lo largo de todos estos años.

AFIRMAS QUE EL BUDISMO ES EL PUENTE ENTRE LA CIENCIA Y LA ESPIRITUALIDAD.

El budismo es una de las tradiciones más refinadas y sofisticadas que ha creado la humanidad en toda su historia. Y en efecto, hoy en día se ha convertido en un puente entre el pensamiento científico y la exploración interior del ser humano. Esto sucede porque es la única tradición espiritual que opera con base en los principios del método científico, aunque para ello emplea como instrumento de razonamiento no el intelecto ordinario, sino uno fortalecido por estados de conciencia a los que en Occidente difícilmente tenemos acceso.

¿LA EXPERIMENTACIÓN EMPÍRICA ENTONCES SE DA EN ESOS ESTADOS AVANZADOS DE CONCIENCIA?

Es correcto. El budismo tibetano es también una excepcional tradición contemplativa, con una cartografía de los diferentes estados de conciencia a los que los humanos tenemos acceso. Para empezar, tenemos la capacidad de transformar a la mente a través del cultivo de la atención sostenida, prolongada y voluntaria. De esta forma podemos ver cómo es que las cosas existen en realidad, en lugar de cómo aparecen ante nosotros. Por ejemplo, los fenómenos aparecen como dotados de permanencia cuando en realidad son impermanentes.

LA NOCIÓN DE LA IMPERMANENCIA ES UNA DE LAS MÁS DIFÍCILES DE ENTENDER Y ACEPTAR: PODER DESAPEGARSE DE LAS COSAS, LAS PERSONAS, LAS IDEAS PROPIAS… O INCLUSO DE LA VIDA…

Si bien todo cambia, nosotros demandamos permanencia. Eso nos impulsa hacia el dolor y el sufrimiento. El aferramiento o apego a las cosas o ideas proviene de nuestros deseos neuróticos. El deseo en sí mismo no es un problema: desear algo que no concuerda con la realidad, sí. Demandarle bienestar genuino y duradero al mundo fenoménico, a la abundancia económica, al afán de reputación, a los estímulos sensoriales y al poder, es neurótico, porque todos estos elementos lo más que nos pueden aportar es bienestar temporal y relativo.

¿CÓMO ES QUE SE PUEDE SER BUDISTA Y VIVIR EN UN MUNDO TAN COMPLEJO?

Yo plantearía la pregunta opuesta: ¿Cómo es que se puede vivir en un mundo tan complejo y no ser budista? La prioridad fundamental de la vida no debiera ser otra que la felicidad genuina, y para alcanzarla se necesita un entrenamiento contemplativo. De modo que si te encierran en un cuarto en total aislamiento, libre de todo estímulo, y puedes generar una dimensión de bienestar, claramente ese bienestar viene de dentro. Cuando logras esto no importa a lo que te veas expuesto, sea positivo o negativo: no va a afectar tu estado mental.

¿PERO QUÉ PASA CON EL ENTORNO? NO PODEMOS TODOS ESTAR DENTRO DE UN CUARTO.

La noción del completo aislamiento es una metáfora de una mente en equilibrio. La búsqueda del beneficio colectivo es algo muy importante en la tradición budista. Sin embargo, si nos lanzamos a la arena de la lucha social sin una genuina transformación individual, lo único que vamos a aportar es nuestra propia confusión. Puede ser que ese deseo de participar socialmente esté motivado por resentimientos sociales, por egomanía, necesidad de prominencia, de control o de poder, como tantas veces lo hemos visto en los políticos. La intención altruista verdadera es algo muy distinto.

¿CÓMO INTERPRETAS LO QUE ESTÁ PASANDO ACTUALMENTE EN MÉXICO?

Estamos pasando por este enorme problema de inestabilidad humana. Creo que esto es un signo de que el capitalismo rampante es un modelo exhausto. En México y en general en el mundo tenemos que encontrar un nuevo pacto social que se base en métodos éticos y sustentables: ver por el beneficio de todos. Necesitamos un sistema más socialista. Tenemos que disminuir la enorme distancia entre ricos y pobres, que en México es escandalosa.

¿CÓMO PUEDE UN BUDISTA PARTICIPAR EN EL CAMBIO?

Un budista puede ser un instrumento de cambio en tanto lo haga con una actitud de altruismo y de no violencia. Si sales a tirar bombas molotov, claramente eso no es activismo social budista. Y si lo que buscas es el poder por el poder, pues evidentemente tampoco.

PERO ANTE TODO ESTÁ LA POSTURA QUE VA MÁS ALLÁ INCLUSO DE ESTA VIDA.

En efecto, debemos recordar que la mente es una entidad que precede y subsiste después de la desorganización del organismo físico. El budismo es una tradición religiosa pero en un sentido de religar al hombre con su naturaleza fundamental; no es una tradición dogmática y revelada. Pero aunque no tengamos una visión espiritual de la vida, podemos tener una visión generacional de ella: ver qué le vas a aportar a tus hijos y a las generaciones venideras. Eso es también nuestra responsabilidad aquí y ahora.


Fuente : www.milenio.com




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