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Avalokiteshvara, bodhisattva de la Compasión

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Avalokitesvara-2.gifAvalokiteśvara es el bodhisattva de la Compasión. Es conocido en Tíbet con el nombre de Chenrezig y en Japón como Kannon. En China, Avalokiteśvara fue sincretizado con la figura de la Diosa Madre, dando lugar a la bodhisattva Guānyīn.

Los tibetanos consideran al Dalái Lama una emanación del bodhisattva de la Compasión.

Origen

Para los eruditos occidentales

Los eruditos occidentales no han llegado a consenso sobre el origen de la veneración de Avalokiteśvara. Algunos han sugerido que Avalokiteśvara, junto con muchos otros seres sobrenaturales del budismo, fue un préstamo o absorción que el Mahāyāna tomó de una o muchas deidades hindúes, en particular de Śivá o Viṣṇu. En el Theravāda, el nombre búdico Lokeśvara (饒王, 世自在王, 世饒王佛), “el señor, gobernante o soberano que observa el mundo”, fue probablemente un desarrollo de la idea de Brahmā, Viṣṇu o Śivá como ‘’Lokanātha’’, “señor de los mundos”. En Indo-China se refiere especialmente a Avalokiteśvara, cuyo rostro es frecuentemente representado en forma masculina, por ejemplo en Angkor. Es el buda bajo quien Amitābha ingresó a la vida ascética e hizo sus 48 votos en una existencia previa.

Relato mahāyāna

Según la doctrina mahāyāna, Avalokiteśvara es el bodhisattva que hizo un gran voto para escuchar los ruegos de todos los seres sensibles en momentos de dificultad y posponer su propia budeidad hasta haber ayudado a cada ser sobre la tierra a alcanzar el nirvana. Entre los sūtras mahāyānas asociados con Avalokiteśvara aparecen: el Sūtra del Corazón (como discípulo del buda histórico Śākyamuni) y el Sūtra del Loto, particularmente el 25º capítulo, el cual es a veces referido como el “Sūtra Avalokiteśvara”.

Las seis formas de Avalokiteśvara en el mahāyāna 天臺六觀音 (Tiāntái liu Guānyīn) son:

1. 大悲觀音 gran compasión,

2. 大慈觀音 gran bondad,

3. 獅子無畏觀音 valiente como león,

4. 大光普照觀音 luz universal,

5. 天人丈夫觀音líder de los dioses y de los hombres,

6. 大梵深遠觀音, 大梵至聖觀音 el gran Brāhma omnipresente.

Cada una de estas seis cualidades de este ‘’bodhisattva’’ rompe los respectivos obstáculos 三障 de los 6 mundos budistas: infiernos, Pretas (espíritus hambrientos), animales, asuras (titanes), hombres y devas (dioses).

Relato vajrayāna

En la tradición tibetana, Avalokiteśvara es visto como surgiendo de dos fuentes. Una es la relativa, donde un eón previo (kalpa), un devoto y compasivo monje budista deviene en un bodhisattva, transformado en el kalpa presente de Avalokiteśvara. Sin embargo, ésta no entra en conflicto con la fuente final, según la cual Avalokiteśvara es la manifestación universal de la compasión. El bodhisattva es visto como el vehículo antropomórfico para la deidad real, que sirve para provocar una mejor compresión de Avalokiteśvara a la humanidad.

Las siete formas de Avalokiteśvara en el budismo esotérico 密教七觀音:

1. 不空羅索觀音 red no vacía (o que no falla), o lazo, Amoghapāśa,

2. 千手千眼面觀音 de mil manos y mil ojos, vara-sahasrabhuja-locana/Sahasrabhujasahasranetra,

3. 馬頭觀音 cabeza de caballo, Hayagriva,

4. 十一面觀音 de 11 rostros, Ekadasamukha,

5. 准提觀音 Cundi,

6. 如意輪觀音 rueda del poder soberano, Cintamani-cakra,

7. 聖觀音, 正觀音 el santo, 聖觀自在 arya Lokiteśvara, el santo soberano que sostiene el mundo (loka), una traducción de īśvara significa “gobernador” o “soberano”.

Mantras

El budismo tibetano relaciona a Chenrezig con el mantra de seis sílabas Om mani padme hum, motivo por el cual recibe también el nombre de Śadakśarī. La conexión entre este famoso mantra y Avalokiteśvara ya aparece en el Karandavyuha Sūtra (probablemente a fines del siglo IV o principios del V), uno de los primeros trabajos budistas que llegaron al Tíbet (poco antes de finalizar el siglo V).

En el budismo Shingon, el mantra que se emplea para alabar a Avalokiteśvara es el On Aro-rikya Sowaka (¡Oh, Inmaculado, Salve!).

Los mil brazos de Avalokiteśvara

guanyin-3.gifAvalokiteśvara con mil brazos, parte de los Relieves en Piedra de Dazu en el monte Baoding, distrito de Dazu, Chóngqìng, China.

Una conocida leyenda budista narra que Avalokiteśvara hizo el voto de nunca descansar hasta haber liberado a todos los seres sensibles del saṃsāra. A pesar de su agotador esfuerzo, se dio cuenta de que todavía quedaban muchos seres desgraciados por salvar. Después de luchar para comprender las necesidades de todos, su cabeza se dividió en once partes. El buda Amitābha, al observar su apremio, le dio once cabezas para oír los lamentos de los sufrientes. Al oír esos clamores y comprenderlos, Avalokiteśvara intentó alcanzar a todos aquellos que necesitaban ayuda, pero encontró que sus brazos se destrozaban. Una vez más, Amitābha vino en su ayuda y lo dotó con mil brazos para que pudiera ayudar a la las multitudes sufrientes.

Muchas versiones himalayas de este cuento incluyen ocho brazos con los cuales Avalokiteśvara hábilmente sostiene el dharma, cada uno de los cuales posee su implemento particular, mientras que las versiones chinas más específicas dan diferentes cuentas sobre su número.

Creencias del budismo tibetano relativas a Chenrezig

Avalokiteśvara es una deidad importante para el budismo tibetano y es considerado en las enseñanzas vajrayāna como un buda. En cambio, para las enseñanzas mahāyāna es visto más bien como un bodhisattva de elevado nivel. Se considera al Dalái Lama como la manifestación primaria en la tierra de Chenrezig por la secta Gelugpa y muchas otras del budismo tibetano. La secta Karma Kagyu, en cambio, considera al Karmapa como la manifestación primaria de Chenrezig. Se dice que Padmasambhava profetizó que Avalokiteśvara se manifestará a sí mismo en los linajes Tulku de los Dalai Lamas y de los Karmapas. Otra fuente tibetana explica que buda Amitābha dio a uno de sus principales discípulos, Avalokiteśvara, la tarea de hacerse cargo del cuidado del Tíbet. Ésta es la razón por la cual se maniesta no solo bajo la forma de maestros espirituales del Tíbet sino también bajo la forma de reyes (como Trisong Detsen) o ministros.

Otras manifestaciones populares en el Tíbet incluyen Sahasra-bhuja (una forma con mil brazos) y Ekādaśamukha (una forma con once rostros).

En el budismo tibetano, Tārā la Blanca actúa como la consorte y vigorizante de Avalokiteśvara/Chenrezig. Según la creencia popular, Tārā vino a la existencia de una simple lágrima derramada por Chenrezig. Cuando la lágrima cayó al suelo se formó un lago, y un loto que se abrió en el lago reveló a Tārā. En otra versión de esta leyenda, Tārā emergió del corazón de Chenrezig. En otra, es el fluir de la compasión de Chenrezig lo que se manifesta en Tārā como ser.


Fuente: Wikipedia




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