(CNNMéxico) — El psicólogo Jasper Smits de Dallas, Texas, trabaja en un tratamiento poco ortodoxo para tratar la ansiedad y los desórdenes anímicos como la depresión. Su método es gratuito y no tiene efectos secundarios: el ejercicio.
Este tratamiento queda en desventaja con los antidepresivos, un mercado de 10,000 millones de dólares al año sólo en Estados Unidos, y que tienen varios efectos secundarios, como alteraciones en el sueño, náusea, vómito, temblores y cambios en el peso, reporta la revista Time en su edición digital.
De acuerdo con la publicación, investigadores de la Universidad Duke demostraron en un estudio aleatorio controlado de 1999 que los adultos deprimidos que participaron en un plan de ejercicio aeróbico mejoraron tanto como los pacientes tratados con sertralina, el ingrediente activo del Zoloft, que generaba a Pfizer más de 3,000 millones de dólares en esa época.
En México, solamente en 20 años, de 1989 a 2009, se consumieron 85 millones de tabletas de Prozac, según la revista Quo.
«Me sorprendió que no mucha gente esté trabajando en esta área», dijo Smits, profesor de psicología en la Universidad Metodista del Sur, citado por Time.
Los biólogos moleculares y los neurólogos han comenzado a mostrar que el ejercicio puede alterar la química del cerebro de forma muy similar a cómo lo hace un antidepresivo y además evita la recurrencia de este transtorno.
En la Universidad de Georgia, el profesor de neurociencia Philip Holmes y su colega mostraron en el transcurso de varias semanas que el ejercicio puede alterar ciertos genes que elevan el nivel de galanina, un neurotransmisor péptido que reduce la respuesta de estrés del cuerpo mediante la regulación de otro químico cerebral, la norepinefrina, publicó la revista.
El resultado es que el ejercicio hace que el cerebro muestre menos estrés al responder a estímulos nuevos. En el caso de los experimentos con ratas y ratones de laboratorio, estos estímulos incluyen estar sumergidos en agua fría o estar suspendidos en el aire, sujetados sólo de la cola.
Aunque no son los mismos problemas que sufren las personas, se cree que la respuesta neuroquímica humana involucra una reacción similar y el ejercicio hace que nuestro cerebro sea menos susceptible al estrés en caso de que se presenten eventos inofensivos pero inesperados, como llegar tarde a una cita o recibir una multa, publica Time.
En otras palabras, un poco de tensión mental y la estimulación excesiva del ejercicio puede ayudarnos a lidiar con los problemas del día a día.
Los investigadores se preguntan si esta interacción entre el cuerpo y el cerebro puede, evolutivamente hablando, tener una relación fuerte. «Creemos que el ejercicio es la condición natural o la más normal, y ser sedentario es una situación realmente anormal», dijo Holmes.
Fuente: CNN
