Durante la colisión de la India con el continente euroasiático, la placa que ocupa el subcontinente fue empujada a unos 500 kilómetros bajo el Tibet, con una profundidad de 250 kilómetros. El resultado de este choque, el mayor en la historia de la Tierra, ha dado como resultado la cordillera más alta del mundo. Pero aún más recientemente, la colisión se puede sentir; por ejemplo, en los terremotos que ocasionaron el tsunami de 2004 en el Océano Índico .
El choque de los dos continentes es muy complejo. La placa de la India, por ejemplo, se comprime cuando choca con la placa más rígida de la Cuenca del Tarim, en el borde noroeste del Tíbet. En la orilla este del Tíbet, el terremoto de Wenchuan de mayo de 2008 causó más de 70.000 vidas.
Los científicos del Centro Alemán de Investigación del GFZ puboican en el último número de la revista ‘Science’ los resultados de un nuevo método de sísmica que se utilizó para investigar el proceso de colisión.
Mediante cooperación internacional, fue posible seguir el recorrido de los aproximadamente 100 kilómetros de espesor que la placa continental india discurre bajo el Tíbet. Para ello, una serie de grandes experimentos sísmicos se llevaron a cabo en el Tíbet, durante el cual se registraron los terremotos que ocurren en el Tibet. Mediante la evaluación de las ondas débiles que estaban esparcidas en el borde inferior de la placa continental, esta ventaja se ha hecho visible en detalle. El límite entre la litosfera rígida y la astenosfera más suave ha demostrado ser mucho más pronunciada de lo que se creía anteriormente.
Los movimientos de todo el subcontinente indio hacia el norte han continuado durante millones de años y ha pasado más de 2 metros por debajo de Tíbet en los últimos 50 años solamente. El Himalaya y las tierras altas del Tíbet, la meseta más alta y más grande del mundo, se formaron de esta manera. Pero los terremotos catastróficos recurrentes en China también son causados por la colisión de dos continentes.
Los investigadores esperan que este último trabajo proporcionará una mejor comprensión de los procesos implicados en la colisión de las dos placas, y en última instancia, reducir el riesgo sísmico a millones de personas en toda la zona de impacto.
Fuente: Europa Press