¿Sabes lo que es un jardín zen? Te proponemos una manera fácil y divertida de hacer uno tú mismo. No necesitas material difícil de conseguir, ¡sólo un poco de imaginación! ¡Pon a prueba tu originalidad y demuestra que puedes fabricar tu propio jardín zen!
¿Qué es un jardín zen?
Los jardines zen se crearon en Japón hace trece siglos, como espacios creados para meditar en la naturaleza. Los diferentes elementos que forman parte de estos jardines representan el universo. A diferencia de otros jardines, donde se puede pasear o jugar, los jardines zen están hechos para admirar, ya que impulsan a la meditación. Tradicionalmente, en la filosofía zen la verdad se transmite por la contemplación de la belleza, es por esto por lo que son tan importantes los jardines zen en su filosofía.
Después de que entiendas lo que son los jardines zen y lo que representan, podemos empezar a pensar en hacer uno nosotros mismos, ¡es muy sencillo y divertido! No van a hacer falta demasiados materiales, y todos son muy fáciles de conseguir.
Material necesario
1 caja de cartón (por ejemplo, de zapatos)
1 peine de plástico
1 tijeras
Piedras pequeñas
Musgo
Arena
Preparación
Ahora que ya tenemos todos los materiales que necesitamos, ¡manos a la obra!
Podemos coger la tapa de la caja de zapatos, si no tiene tapa, podemos usar una caja de cartón y cortar con las tijeras y con mucho cuidado los lados para que no sean muy altos y tengan la altura de los de una tapa de caja de zapatos. Esa va a ser la base de nuestro jardín, por lo que es muy importante que nos salga bien y no esté agujereada o estropeada porque si no, ¡se nos puede caer todo lo que pongamos encima y sería un desastre!
Ahora, ponemos un puñado de arena encima de nuestra base del jardín. Pondremos suficiente para que podamos extenderla y llegue a los extremos de la base. La extendemos con las manos.
Una vez que haya suficiente arena en toda la base, ¡la peinaremos! Con el peine le daremos la forma que más nos guste, haciendo curvas o círculos, para que quede el dibujo de las púas del peine en la arena. Al final la base tiene que quedar llena de curvas o círculos, ¡lo más original posible!
¡Lo más importante lo tenemos listo! Lo que nos falta hacer es decorar nuestro jardín. Tenemos musgo y piedras pequeñas, el musgo lo podemos comprar en una floristería, por ejemplo, y las ponemos donde mejor nos parezca de nuestro jardín zen. Podríamos poner dos o tres piedras y un trozo de musgo en una esquina, o en el centro e ir variando por todo nuestro jardín.
¿Has visto qué fácil y divertido es hacer nuestro propio jardín zen?
Fuente: www.casaasia.es