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Hué, la capital cultural de Vietnam

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Tumba-de-emperador-vietdn.gif Muy diferente de Ciudad Ho Chi Minh, que apunta al futuro y al cambio, y de Hanoi, ortodoxa con su ejército de funcionarios, Hué afirma ser la capital cultural de Vietnam.

Con un nombre u otro, a orillas del Song Huong -el Río de los Perfumes- siempre ha habido un asentamiento humano de importancia desde hace más de 2.000 años. A menos de 10 kilómetros de la costa del mar de China Meridional, que para los vietnamitas es el mar Oriental, Hué se encuentra en una estratégica posición que le sirvió de punto de partida para conquistar el sur. Al tiempo que se iba completando este avance, Hué crecía cultural y económicamente. Controlaba la industria de la seda y se convirtió en un centro de sabiduría budista. Muchos de los poetas y políticos vietnamitas han surgido de Hué.

El plano de Hué, como muchos otros aspectos de Vietnam, es heredero de la tradición china, y así hay una Ciudadela protegida por una muralla dentro de la cual se encuentra la Ciudad Imperial. Y, al cobijo de una tercera muralla, se escondía la Ciudad Púrpura Prohibida, ocupada por los aposentos privados del emperador y su familia. Sólo sirvientes eunucos tenían acceso a este núcleo para que el soberano perdiera cuidado sobre las tentaciones de sus decenas de concubinas.

Un canal rodea la Ciudadela, y hay hojas de loto flotando en las aguas verdosas. Hay una extraña sensación de adentrarse en el pasado al cruzar el río. Atrás queda la ciudad moderna, dentro no se ve un coche. Pasan gentes en bicicleta, alguna mujer tocada con su sombrero cónico y dos cántaros colgados de los extremos de un balancín. Una imagen del Vietnam eterno.

Más allá de la Ciudadela con sus palacios y el Museo Imperial está la ciudad de hoy. Hay calles ruidosas, cafés, el mercado en el que venden frutas tropicales. Hay tenderetes con barras de pan francés, tabaco de mascar y tarros de cristal con serpientes conservadas en formol. Pasan las muchachas con sus ao dai en bicicleta, con la punta del blusón cogida distraídamente para no mancharla de grasa.

Al amanecer hay grupos de personas practicando tai chi, y en los templos se celebran los ritos centenarios de quemar barritas de incienso, dar limosna a los monjes, hacer sonar el gong o soltar pájaros a cambio de unas monedas.

Los monumentos de Hué que según la Unesco son patrimonio mundial incluyen la Ciudadela y las tumbas de los emperadores que están desperdigadas por las colinas de los alrededores, al otro lado del río.

En medio de un paisaje sin tiempo, en los lugares más hermosos, los emperadores hicieron construir grandes complejos donde ser honrados en vida y tras su muerte, conjuntos tan espléndidos que eran utilizados por ellos mismos como una especie de casa de campo donde retirarse algunas temporadas fuera del palacio.

La tumba de Tu Duc era también su pabellón de verano. La de Khai Dinh, con su mezcla de lámparas chinas y candelabros franceses, parece representar la decadencia de la cultura clásica vietnamita. La de Minh Mang es quizá la más serena y la que mejor cumple el propósito de buscar la armonía con los alrededores.

De regreso a la ciudad, a bordo de una lancha, se pasa junto a una pagoda de siete pisos. Cae la noche al llegar a Hué. En los viejos tiempos, cuando había luna llena, las cortesanas se dejaban llevar a la deriva en sus barcazas por el río de los Perfumes, y sus voces y sus cantos se oirían entre los murmullos de la noche tropical. Eran otros tiempos, pero la vuelta a Hué es como regresar a una de las esencias de Vietnam.


CÓMO IR


Air France vuela desde diferentes ciudades españolas a Hanoi y Ho Chi Minh City vía París. Vietnam Airlines vuela a Hué desde estas dos ciudades.

DÓNDE DORMIR

La oferta crece continuamente y hay alojamientos para todos los bolsillos. La Résidence es un hotel de lujo en la antigua residencia del gobernador francés. Una opción económica y correcta: Thai Binh Hotel.

FESTIVAL

Cada dos años se celebra en Hué un importante festival que hace honor a lo mejor de la cultura tradicional vietnamita al tiempo que recibe a numerosos artistas internacionales. La cita es en junio de 2010.


Por: Ángel M. Bermejo

Publicado en: www.publico.es

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