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Los Cinco Impedimentos – Por Bhikkhu Thitapuñño (4/5)

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LOS CINCO IMPEDIMENTOS

– Por Bhikkhu Thitapuñño –

©Picture by QT Luong
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GÉNESIS CAUSAL DE LOS IMPEDIMENTOS

Una de las distinciones que hace sobresalir a la enseñanza del Buddha con respecto a
otras enseñanzas con enfoque soteriológico es el principio de condicionalidad.

Este
principio, enunciado por el Buddha en su forma general establece que, “Cuando esto es,
eso existe; mediante el surgimiento de esto, eso surge. Cuando esto no es, eso no existe;
mediante el cese de esto, eso cesa (M.79, 115).” En su forma abstracta éste es el
principio de originación de los fenómenos físicos y mentales. Este principio expresa
invariablemente que todo fenómeno surge y cesa dependiente de la eficacia funcional de
las condiciones que le dan origen. El Buddha emplea este principio en forma especifica
aplicándolo al aspecto existencial de mayor relevancia: El origen del sufrimiento; éste
es el enfoque que yace en el corazón de la enseñanza liberadora. Esta modalidad del
principio general se conoce como el principio de condicionalidad específica o el
principio de la originación dependiente (paticcasamuppada). La elaboración de esta
enseñanza en la sección de la doctrina superior o Abhidhamma establece los siguientes
corolarios básicos:

  • 1) Nada surge en ausencia de causa;
  • 2) Nada surge a partir de una
    causa única;
  • 3) No hay fenómeno que surja sin efecto; y 4) Nada persiste mas allá de un
    momento.

El principio de originación dependiente es el nexo (Segunda Verdad Noble) que une los
dos términos (Primera y Tercera Verdades Nobles) en la expresión más sucinta que el
Buddha ofreció para expresar la esencia de su doctrina: “Sólo enseño el sufrimiento y el
cese del sufrimiento.” La originación dependiente en la enseñanza del Buddha es
trascendental, es decir, conduce de lo mundano (aquello sujeto a condiciones) a lo
supramundano (aquello independiente de condiciones). La expresión del principio en su
orden trascendental establece la secuencia causal que une al conocimiento de la
destrucción de las corrupciones mentales (el conocimiento de la experiencia liberadora)
con la facultad de fe (o convicción razonada). En su orden mundano establece que esa fe
tiene como origen causal al sufrimiento, y éste a su vez se encuentra causalmente
conectado a la ignorancia (o ausencia de conocimiento de las Verdades Nobles) por una
serie de condiciones. En las siguientes secciones de esta obra examinaremos la situación
de los impedimentos mentales en el marco de este contexto.
Previamente se mencionó que los cinco impedimentos mantienen una relación con
respecto a las transgresiones morales en los campos mental, verbal y físico.

Esta es una
relación causal que forma parte de un esquema de condicionalidad más general expuesta
por el Buddha. Expresado en su totalidad este esquema establece que la ignorancia — el
mismísimo núcleo causal del sufrimiento — se sostiene mediante nutrimento.

El Buddha
nos dice que ese nutrimento particular que fortalece a la ignorancia es ni más ni menos
que los cinco impedimentos. De manera que por extensión, si uno es capaz de nulificar
y extirpar esos impedimentos la ignorancia carecerá de sustento y consecuentemente
cesará. A la luz de esta situación uno puede evocar como símil la estrategia marcial
utilizada desde tiempo inmemorial para subyugar a un ejército oponente — el sitiar el
enclave enemigo. Así como el cortar el suministro de agua, víveres y requisitos vitales a
los grupos atrapados en un sitio pone de rodillas y derrota al enemigo, de la misma
forma el cortar el suministro de nutrimento subyugará, pondrá de rodillas y eliminará a
la ignorancia. Y por ende, como consecuencia inmediata, se pondrá fin al sufrimiento.

Ahora bien, se mencionó que las transgresiones de la conducta son lo que nutre a los
impedimentos. Lo que nutre a su vez a estas transgresiones es el uso irrestricto de los
sentidos y éstos son, en turno, nutridos por la carencia de atención plena con
comprensión clara.

El siguiente eslabón causal, el nutrimento de la atención plena con comprensión clara,
es la carencia de reflexión sabia o carencia de consideración propia (ayoniso
manasikara); el opuesto de este factor es yoniso manasikara — la consideración o
reflexión sabia. Este factor es de crucial importancia en el desarrollo mental, al grado en
que el Buddha lo define como la condición para el surgimiento del entendimiento
correcto (Majjhima Nikaya. 43), el surgimiento de la vía de entrada en la corriente de la
liberación (sotapattiyanga), y el surgimiento de los siete factores de la iluminación
(Discursos Conectados por Tema, Samyutta Nikaya. XLVI, 2.49, 51).

El significado del término es la reflexión o consideración que está en acuerdo con la
realidad tal cual es. En términos generales yoniso manasikara es la consideración,
advertencia, atención o la capacidad de discernimiento que establece claramente los
medios correctos y apropiados de acuerdo con el contexto que conduce a la vía de la
liberación. La consideración sabia es la causa próxima de la sabiduría, sus condiciones
de soporte son la virtud, el aprendizaje, la discusión y la meditación en sus modos de
serenidad e introspección. La consideración sabia establece y fija la atención en aquellas
cosas que son impermanentes considerándolas como impermanentes, ve las cosas como
insatisfactorias y no de otra forma. Ve las cosas como carentes de esencia, “ser” y
control, y ve aquellas cosas que ordinariamente son consideradas atractivas como
repulsivas — tal como son en realidad, sin ofuscación. El Buddha establece que, junto
con la asociación correcta, la consideración sabia es el factor de mayor importancia que
conduce a la liberación, ya que conduce al desarrollo del Noble Sendero Óctuple y a la
disminución de la ignorancia y el deseo.

En los comentarios a los discursos de extensión intermedia se menciona que las
corrupciones mentales surgen mediante la consideración inapropiada. De esta forma el
deseo de satisfacción sensorial surge y se incrementa cuando se atiende
inapropiadamente a la gratificación de los cinco sentidos. La condición necesaria para el
surgimiento de este impedimento es la presencia de objetos atractivos presentes en el
campo sensorial. La corrupción del deseo de existencia en el estado de materialidad sutil
surge y se incrementa cuando atiende a la gratificación que proviene de los estados
exaltados de concentración (jhana). Finalmente, cuando se atiende a cualquier cosa
mundana mediante las perversiones de percepción, pensamiento y entendimiento
(viendo las cosas como permanentes, placenteras, con esencia propia y como atractivas),
surge y se incrementa la corrupción de la ignorancia (Majjhima Nikaya. 2).

En particular el impedimento de la aversión surge de la consideración inapropiada de la
apariencia repulsiva de los objetos; el impedimento del letargo y la flojera surge de la
consideración impropia de los estados que conducen al letargo, flojera, nubosidad y
carencia de maleabilidad mental; el impedimento de la agitación y la preocupación
surge de la consideración impropia de la intranquilidad mental. Finalmente, el
considerar inapropiadamente aquellos aspectos que son base de la duda es el nutrimento
para el surgimiento de la duda (Ver, Samyutta Nikaya, 5:64).

La carencia de consideración sabia, nos dice el Buddha, también tiene su nutrimento y
éste es la ausencia de fe, ausencia de confianza en la Triple Gema o carencia de
convicción razonada. Fe, confianza y convicción razonada son tres términos que por sí
mismos no hacen justicia al vocablo pali saddha. Saddha es un factor mental cuya
activación y cultivo es indispensable en la vía de liberación. Es considerada tanto un
poder como una facultad espiritual, y forma parte integral de los 37 requisitos de la
iluminación. Desde el punto de vista causal la fe surge cuando se escucha la doctrina
correcta, el Dhamma o verdad que está en completo acuerdo con la realidad.

Este es el
gran poder que la identificación del Dhamma con la verdad universal confiere a la
enseñanza del Buddha. Este Dhamma tiene las características de ser correctamente
expuesto por el Buddha, evidente, atemporal, su naturaleza es tal que invita a su examen
y comprensión, es conducente al objetivo y es susceptible de ser comprendido por los
sabios. El Buddha descubre esta verdad y la enseña, y la sangha en sus modalidades de
sangha noble o comunidad de discípulos iluminados y sangha convencional o
comunidad de monjes y monjas es la que practica y conserva esta enseñanza.

Los tres
elementos de la Triple Gema: Buddha, Dhamma y Sangha son el objeto de la fe del
Buddhista.

Finalmente, el último eslabón causal en esta secuencia es el nutrimento de la carencia de
saddha. El opuesto de este factor ha sido mencionado como el factor indispensable —
junto con la reflexión sabia (yoniso manasikara) — para el logro de la iluminación y se
le designa como el “escuchar el Dhamma” por medio de un kalyanamitta o amigo
espiritual. Solamente mediante la asociación correcta con la amistad espiritual será
posible escuchar el Dhamma. Si uno extiende el significado del término kalyanamitta,
éste podría incluir no sólo a los monjes, monjas y laicos que transmiten el Dhamma con
su enseñanza y ejemplo, sino a todo aquel medio veraz que efectúa esta transmisión, tal
es el caso de libros, escritos diversos, filmes, cintas magnéticas, medios digitales, etc.
Todos estos kalyanamittas merecen ser respetados y cuidados a cambio del inconcebible
beneficio que nos pueden otorgar.

Source : sambodhi.iespana.es

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