La Asamblea legislativa de El Salvador aprobó la lectura de pasajes de la Biblia en todos los centros educativos del país antes al inicio de las actividades, como una forma de contribuir a reducir la violencia.
La polémica resolución no contó con el respaldo del gobernante partido FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional) y generó el rechazo de la Iglesia católica salvadoreña, por considerar que dividirá a la población.
La Ley para Autorizar la Lectura de la Biblia en el Sistema Educativo instruye que esta se haga “sin entrar en comentarios religiosos, sectarios ni denominacionales”, pero el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar, señala que la palabra de Dios exige “un ambiente de fe, el cual no existe en la escuela pública, y explicación para ser bien entendida, y ese decreto prohíbe la explicación”.
El prelado agregó que la medida “no promoverá la paz como se cree, sino la división y la lucha religiosa”.
El presidente Mauricio Funes dijo estar de acuerdo, “si eso va a contribuir a la reconstrucción del tejido de valores que se ha dañado en los últimos años”, pero aseguró que la Corte Suprema debe establecer si la medida viola el principio constitucional de libertad de culto.
Su partido, la antes guerrilla izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), también rechaza la ley porque “se entromete en la libertad de culto”.
El legislador Guillermo Mata, del FLMN, señaló a El Diario de Hoy, que “sería simplista creer que una mera lectura de la Biblia en sí misma cada mañana podría tener un impacto en los problemas sociales complejos que radican en la violencia, la desigualdad, la pobreza y la ausencia de oportunidades”,
Además, Mata se preguntó qué tipo de Biblia se leerá, al consultar si será la católica, la protestante u otra, agregó la versión periodística.
“El decreto que impone la obligación de leer la Biblia, aparentemente, pareciera ser para los diputados una buena iniciativa y una solución al problema de la violencia, sin embargo no es así, por el contrario, provocará la lucha entre religiones y eso también es otra clase de violencia”, señaló la Conferencia Episcopal salvadoreña.
En El Salvador hay un promedio de trece asesinatos al día y, según un sondeo realizado por la firma JBS y difundido por El Diario de Hoy, el 37,2% ve como solución al problema de la violencia el aprobar leyes estrictas; el 22,9% pide la pena de muerte, 7,5% exige generar empleo y el 5,2% ve la causa en la desintegración familiar.
El pasado 25 de junio, supuestos miembros de la pandilla Mara 18 incendiaron un bus y mataron a 16 personas, mientras que desconocidos dispararon contra otro bus en Mejicanos (a tres km. de San Salvador), dejando tres muertos.
Fuente: www.eluniverso.com