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¿Qué es el Suttanta Piṭaka?

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Capítulo 3

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¿Qué es el Suttanta Piṭaka?

Suttanta Piṭaka es una colección de todos los discursos pronunciados por el Buddha en diversas ocasiones. Algunos discursos fueron pronunciados por algunos de los discípulos distinguidos del Buddha como el Venerable Sāriputta, Mahā Moggallāna, Ānanda, etc. También en los libros del Suttanta Piṭaka hay incluidas algunas narraciones.

Los discursos del Buddha que se compilaron en el Suttanta Piṭaka fueron expuestos en diferentes ocasiones a personas de diferentes temperamentos. Aunque la intención básica de los discursos fue para el beneficio de los bhikkhus, y tienen que ver con la práctica de la vida pura y con la exposición de la Enseñanza, también hay muchos otros discursos que tratan sobre el progreso material y moral de los discípulos laicos.

El Suttanta Piṭaka presenta el significado de las Enseñanzas del Buddha, las expresa claramente, y las protege y guarda de distorsiones y malas interpretaciones. Así como una cuerda que sirve como una línea para guiar a los carpinteros en su trabajo o como un hilo que al enlazar las flores y ponerlas juntas las protege de que se dispersen, del mismo modo por medio de los suttas, el significado de las Enseñanzas de Buddha puede ser revelado claramente, entendido en forma correcta, y protegido perfectamente de ser mal interpretado.

El Suttanta Piṭaka está dividido en cinco colecciones separadas denominadas Nikāyas.

Ellas son

  • (1) Dīgha Nikāya,
  • (2) Majjhima Nikāya,
  • (3) Saṁyutta Nikāya,
  • (4) Aṅguttara Nikāya y
  • (5) Khuddaka Nikāya.

(a) Observancias y prácticas en las Enseñanzas del Buddha

En el Suttanta Piṭaka se encuentran no sólo los fundamentos del Dhamma, sino también los principios pragmáticos para darle al Dhamma un significado completo y aplicable a la vida diaria.

Todas las observancias y prácticas, las cuales son pasos prácticos en el Noble Óctuple Sendero del Buddha, conducen a la purificación espiritual en tres niveles:

  • Sīla: Pureza moral por medio del comportamiento correcto.
  • Samādhi: Pureza de la mente a través de la concentración (samatha).
  • Paññā: Pureza del discernimiento a través de la meditación Vipassanā.

Para empezar, uno debe tomar la resolución correcta de tomar refugio en el Buddha, en seguir las Enseñanzas del Buddha y en ser guiado por el Saṁgha. Los primeros discípulos que hicieron una declaración de fe en el Buddha y se comprometieron a seguir sus Enseñanzas fueron dos hermanos comerciantes Tapussa y Bhallika. Estaban viajando con sus seguidores en 500 carruajes, cuando vieron al Buddha en las inmediaciones del árbol Bodhi después de su Iluminación. Los dos comerciantes le ofrecieron pasteles de miel y arroz. El Buddha aceptó sus ofrecimientos, rompiendo así el ayuno que se había impuesto a sí mismo por siete semanas. El Buddha los hizo sus discípulos haciéndoles recitar después de él:

«Buddhaṁ saraṇaṁ gacchāmi»
(Tomo refugio en el Buddha)
«Dhammaṁ saraṇaṁ gacchāmi»
(Tomo refugio en el Dhamma)

Esta recitación se convirtió en la fórmula de declaración de fe en el Buddha y sus Enseñanzas. Más adelante cuando se estableció el Saṁgha, la fórmula se extendió e incluyó este tercer compromiso:

«Saṁghaṁ saraṇaṁ gacchāmi»
(Tomo refugio en el Saṁgha)

(b) Sobre la forma correcta de dar

Como un paso práctico, para personas de toda clase de vida y de un uso inmediato y fructífero, el Buddha dio discursos sobre la generosidad, sobre el dar, explicando sus virtudes y la forma y actitud correcta de la mente con la cual un ofrecimiento se hace para el crecimiento espiritual.

La fuerza motivadora en un acto de generosidad es la volición, la voluntad de dar. La generosidad es una acción meritoria sólo si nace de la voluntad. Sin la voluntad de dar, no existe el acto de dar. La volición de dar es de tres tipos:

La volición que empieza con el pensamiento «haré un ofrecimiento» y que existe durante el período de preparación, se denomina «pubba cetanā», volición antes del acto.
La volición que surge en el momento de hacer el ofrecimiento mientras se le está entregando al donante, se denomina «muñca cetanā»,[1] volición durante el acto.

La volición acompañada con alegría y el regocijo que surge durante el recuerdo o la reflexión del acto de dar se denomina «apara cetanā», volición después del acto.
Ya sea que el ofrecimiento sea hecho en homenaje a un Buddha viviente o a una minúscula partícula de sus reliquias, después de su muerte, es la volición, su fuerza y pureza, lo que determina la naturaleza del resultado.

También se explica en los discursos la actitud equivocada de la mente, con la cual no se debería hacer un acto de generosidad.

El donador no debería despreciar a otros que no pueden hacer ofrecimientos similares ni se debería vanagloriar de su propia generosidad. Cuando se contamina con pensamientos impropios, su volición es de un grado inferior.

Cuando el acto de generosidad está motivado por la expectativa de resultados benéficos de prosperidad inmediata y felicidad, o bien de un renacimiento en planos superiores, la volición que lo acompaña es considerada mediocre.

Es sólo cuando la buena obra de generosidad es hecha con un espíritu de renunciación, motivada por pensamientos puros, no egoístas, aspirando sólo al logro del Nibbāna, el cese de todos los sufrimientos, que la volición que produce el acto es considerada de grado superior.

Abundan ejemplos en los discursos respecto a la generosidad y la forma de dar.

(c) La pureza moral a través del comportamiento correcto (sīla)

La práctica de la moralidad (sīla) constituye el aspecto más fundamental del buddhismo. Consiste en la práctica del Recto Lenguaje, Recta Acción y Recta Forma de Vida, para purificarse a uno mismo de las acciones, palabras y pensamientos impuros. Junto con el compromiso del Triple Refugio (como se describió anteriormente), el discípulo laico buddhista observa los Cinco Preceptos haciendo votos formales:

Me comprometo a observar el precepto de abstenerme de matar.
Me comprometo a observar el precepto de abstenerme de robar.
Me comprometo a observar el precepto de abstenerme de conducta sexual incorrecta.
Me comprometo a observar el precepto de abstenerme de decir mentiras.
Me comprometo a observar el precepto de no tomar bebidas alcohólicas, drogas o substancias tóxicas que nublan la mente.

Además del aspecto negativo de la fórmula mencionada anteriormnete, la cual enfatiza la abstinencia, también existe el aspecto positivo de la moralidad (sīla). Por ejemplo, encontramos en muchos discursos la declaración: «Se abstiene de matar, pone a un lado el garrote y la espada; lleno de amabilidad y compasión vive para el bienestar y la felicidad de todos los seres sensibles». Cada precepto señalado en la fórmula tiene estos dos aspectos.

Existen otras formas de preceptos dependiendo del individuo y del estadio de su propio progreso, es decir, los Ocho Preceptos o los Diez Preceptos. Para los bhikkhus de la Orden se establecen prácticas de moralidad más elevadas y avanzadas. Los Cinco Preceptos deberían ser siempre observados por los discípulos laicos, quienes pueden de vez en cuando realzar su auto disciplina observando los Ocho o Diez Preceptos. Para aquellos que ya están embarcados en la vida santa, los Diez Preceptos son esenciales y preliminares para el progreso posterior.

«Sīla» o la pureza perfecta sirve como la base para el próximo estadio de progreso denominado «Samādhi» -pureza de la mente a través de la concentración y meditación.

(d) Métodos prácticos para cultivar la mente para el desarrollo de la concentración (samādhi)

Cultivar la mente para el crecimiento espiritual consiste en dos pasos. El primer paso es purificar la mente de todas las impurezas y contaminaciones y mantenerla enfocada en un punto. Un esfuerzo resuelto (Recto Esfuerzo) es necesario para reducir el rango de pensamientos en el ondular de la mente inestable. Entonces la atención (Recta Atención Completa) debe ser fijada en un objeto de meditación seleccionado hasta que se logre la unificación de la mente (Recta Concentración). En tal estado, la mente llega a estar libre de impedimentos, pura, tranquila, poderosa y luminosa. Entonces está lista para avanzar al segundo paso donde el discernimiento del Sendero (Magga) y la Fruición (Phala) pueden ser logrados para trascender el estado de aflicción y dolor.

El Suttanta Piṭaka menciona numerosos métodos de meditación para alcanzar la unificación de la mente. Estos métodos de meditación están diseminados en los suttas de este Piṭaka, explicados por Buddha a veces individualmente, y a veces colectivamente de acuerdo a la situación y al propósito para el cual fueron recomendados. El Buddha sabía de la diversidad de caracteres y estructura mental de cada individuo, los diferentes temperamentos e inclinaciones de aquellos que se aproximaban a él para que los guiara. De acuerdo con esto, recomendó diferentes métodos a distintas personas de acuerdo a su carácter especial y de acuerdo a las necesidades específicas de cada individuo.

La práctica de cultivar la mente que conduce finalmente a la unificación de la mente se denomina «Samādhi Bhāvanā» y quien la quiera desarrollar debe haberse establecido en la observancia de los preceptos, tener los sentidos controlados, estar tranquilo, auto dominado y satisfecho.

Habiéndose establecido en estas cuatro condiciones, selecciona un lugar apropiado para la meditación, un lugar de recogimiento. Después se sienta con las piernas cruzadas, con el cuerpo erguido y la mente alerta; debe empezar por purificar su mente de los cinco impedimentos, es decir,

  • (1) deseo sensual,
  • (2) mala voluntad,
  • (3) sopor y somnolencia,
  • (4) agitación y preocupación
  • y (5) duda,
    escogiendo un método de meditación adecuado, y practicando la meditación con dedicación y energía. Por ejemplo, con el método de la respiración (ānāpāna) se observa la entrada y salida de la respiración hasta que puede fijar la mente firmemente en la respiración en la punta de la nariz.

Cuando se da cuenta que se ha librado de los cinco impedimentos, siente alegría, regocijo, tranquilidad y dicha. Éste es el comienzo de la concentración (samādhi), la cual seguirá desarrollándose hasta lograr la unificación de la mente.

Así la unificación de la mente es concentración de la mente en un objeto, y solamente uno de naturaleza sana, saludable. Esto se logra a través de la práctica de meditación con alguno de los objetos recomendados para este propósito por el Buddha.

(e) Métodos prácticos para cultivar la mente para el desarrollo del conocimiento intuitivo (paññā)

El tipo y los métodos de meditación como fueron enseñados en los suttas, están diseñados tanto para el logro de la concentración (samādhi), como para desarrollar el conocimiento intuitivo (vipassanā ñāṇa), el camino directo al Nibbāna.

Como segundo paso en la práctica de meditación, después de lograr concentración (samādhi), cuando la mente concentrada se ha vuelto pura, firme e imperturbable, el meditador dirige e inclina su mente al conocimiento intuitivo (vipassanā ñāṇa). Con este conocimiento intuitivo discierne las tres características del mundo fenomenológico, es decir, la impermanencia (anicca), sufrimiento (dukkha) y no-yo (anatta).

Conforme avanza en su práctica y su mente llega a estar cada vez más pura, firme e imperturbable, dirige e inclina su mente al conocimiento de la extinción de las contaminaciones (āsavakkhaya ñāṇa). Entonces entiende verdaderamente el sufrimiento (dukkha), la causa del sufrimiento, la cesación del sufrimiento y el camino que lleva a la cesación del sufrimiento. También llega a comprender totalmente las contaminaciones (āsava)[2] como realmente son, la causa de las contaminaciones, la cesación de las contaminaciones y el camino que lleva a la cesación de las contaminaciones.

Con este conocimiento de la extinción de las contaminaciones, él se libera. El conocimiento de la liberación surge en él. Él comprende que ya no habrá renacimiento, que ha vivido la vida santa; él ha hecho lo que tenía que hacer para la realización del Sendero (Magga); ya no tiene nada más que hacer para tal realización.

El Buddha enseñó con un único objetivo -la extinción del sufrimiento y la liberación de la existencia condicionada. Ese objetivo puede ser alcanzado por medio de la práctica de meditación (tranquilidad e introspección) como está establecido en numerosos suttas del Suttanta Piṭaka.


[1] N. del E. «Muñca» significa desprenderse, abandonar. En el momento que uno da algo se está desprendiendo o abandonando el objeto.

[2] N. del E. El término pali «āsava» aquí traducido como contaminación(es) significa literalmente aquello que exuda. En los Textos Pali se reconocen cuatro tipos de contaminaciones: (1) la contaminación del deseo sensual (kāmāsava), (2) la contaminación del apego a la existencia (bhavāsava), (3) la contaminación de las concepciones erróneas (diṭṭhāsava) y (4) la contaminación de la ignorancia (avijjāsava).

Fuente www.cmbt.org

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