Inicio Enseñanzas Artículos y conferencias Ocho maneras en que la meditación puede cambiar tu vida

Ocho maneras en que la meditación puede cambiar tu vida

66
0

Ocho maneras en que la meditación puede cambiar tu vida

Ed & Deb Shapiro

meditacion-1.jpgNosotros no podemos imaginar cómo sería la vida sin la meditación. Nos ha mantenido a flote en tiempos difíciles y de muchos cambios en la vida, nos mantiene sanos, enraizados y reales. La vida es suficientemente desafiante. Nunca podemos saber que sucederá después, y sólo cuando nuestras mentes están centradas y tienen claridad somos capaces de adoptar las mejores decisiones.

¿Cómo haces para manejar la locura y el caos que enfrentas a diario? ¿Cómo abordas los desafíos de la vida? Hay muchos malentendidos con respecto a la meditación y, a menudo, se la subestima. Sin embargo, es quizás lo que se necesita para ser una persona verdaderamente sana. ¿Cómo nos afecta la meditación? ¿Cómo cambia nuestras prioridades, nos permite amigar con nosotros mismos, encontrar respuestas a nuestras preguntas?

Aquí presentamos ocho maneras en que la meditación puede hacer tu vida más significativa y agradable:

1. Vive con bondad

Nadie merece tu bondad y compasión más que tú mismo. Cada vez que ves o sientes un padecimiento, cada vez que cometes un error o dices algo estúpido y, además, es acerca de ti, cada vez que piensas en alguien con quien la estás pasando mal, cada vez que enfrentas la confusión y la dificultad de ser humano, cada vez que ves a otra persona luchando, enojada o irritada, puedes detenerte y generar amor bondadoso y compasión. Respirando suave y silenciosamente repite: «Que yo esté bien, que yo esté feliz, que yo esté colmado de amor bondadoso».

2. Aligera la carga

En estado de estrés, es fácil perder el contacto con la paz interior, la compasión y la bondad; en estado de relax, tu mente tiene claridad y puedes conectarte con un sentido de propósito y altruismo más profundo. «Meditación» y «medicación» derivan del latín medicus: cuidar, curar. Un tiempo de calma silenciosa es, por lo tanto, el remedio más efectivo para una mente ocupada y agotada. Cada vez que percibas que sube el estrés, que se cierra el corazón, que la mente se agobia, simplemente enfócate en tu respiración y en silencio repite con cada inhalación y exhalación: «Al inhalar, calmo el cuerpo y la mente; al exhalar, sonrío».

3. Suelta el yo

La quietud siempre está allí entre los pensamientos, detrás de la historia, debajo del ruido. Lo que nos impide experimentar nuestro estado natural de ser es la habitual mente de mono dominada por el ego. La meditación nos permite ver con claridad, observar nuestros pensamientos y conducta y reducir la implicación personal. Sin tal práctica de autoreflexión no hay modo de poner freno a las demandas del ego. De ser egocéntricos, podemos comenzar a ser prójimo-céntricos, a preocuparnos por el bienestar de todos.

4. Disuelve la ira y el miedo

Nosotros no aceptamos o nos desprendemos de nuestros sentimientos negativos con mucha facilidad. Es más probable que los reprimamos o neguemos. Pero cuando los negamos, causan vergüenza, depresión, ira y ansiedad. La meditación te invita a enfrentar abiertamente esos lugares y observar cómo el egoísmo, la aversión y la ignorancia crean interminables dramas y miedos. Debajo de estos hay una calma silenciosa donde puedes llegar a conocerte a ti mismo; es una bella y maravillosa experiencia. Si practicas diez minutos al día o más, no es importante. Al abrirte a la autoaceptación y la conciencia te estás liberando de tus limitaciones.

5. Despierta el perdón

El perdón es el más grande regalo que puedes brindarte a ti mismo y a los demás. Cuando te sientas en meditación y ves tus pensamientos y sentimientos abrirse paso a través de ti, puedes observar que quien eres ahora no es quien que eras hace sólo un momento, ni mucho menos hace un día, una semana o un mes. Quien tú (u otra persona) eras cuando se produjo una aflicción no es quien eres ahora. Cuando experimentas tu interconexión esencial y ves cómo ignorar esto crea separación y sufrimiento, el perdón por tal ignorancia surge espontáneamente.

6. Genera inocuidad

Por el simple intento de causar menos aflicción puedes traer mayor dignidad a tu mundo, de modo que la nocividad es reemplazada por inocuidad y la desconsideración por respeto. Usualmente, uno causa daño sin intención, ya sea al ignorar los sentimientos de alguien, al desvalorizarse, al reafirmar su desesperanza, al detestar su apariencia, o al verse incompetente e indigno. ¿A cuánto resentimiento, culpa o vergüenza estás aferrado y, por eso, perpetuando el daño? La meditación te permite transformar esto reconociendo tu bondad esencial y la preciosidad de toda vida.

7. Aprecia apreciar

Tómate un momento para apreciar la silla en la que estás sentado. Considera cómo fue fabricada: la madera, el algodón, la lana u otras fibras, los árboles y plantas que se usaron, la tierra en la que crecieron los árboles, el sol y la lluvia, los animales que tal vez dieron sus vidas, las personas que prepararon los materiales, la fábrica donde la silla fue confeccionada, el diseñador, el carpintero y la costurera, la tienda que la vendió. Todo esto sólo para que tú pudieras estar sentado aquí ahora. Entonces, extiende ese profundo agradecimiento a cada cosa y a cada ser en tu vida.

8. Sé consciente

El estar consciente es la clave del despertar. Por medio de la concienciación puedes observar tu mente de mono y sus travesuras. Casi todo lo que hacemos es para lograr algo: si hacemos esto, conseguimos aquello; si hacemos aquello, sucederá aquello otro. Pero en meditación haces esto sólo para esto. No hay otro propósito ulterior más que estar aquí, en el momento presente, sin tratar de llegar a ningún lugar ni alcanzar nada. Sólo eres consciente de lo que está aconteciendo, sea agradable o desagradable. Nada de juzgar, nada de «correcto» o «incorrecto». Simplemente eres consciente. ¡Disfruta!


Ed & Deb Shapiro, «8 Ways Meditation Can Change Your Life», EdandDebShapiro.com, 3-Sep-2010. Traducción: Alejandro P. de León, AppamādaNet, Buenos Aires, 2010. Corrección: María Isabel Zapico.

Fuente: http://appamadanet.webs.com




Artículo anteriorCentro Nagarjuna de Estudios de Budismo Tibetano de Granada
Artículo siguienteBudismo posmoderno