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Los fundamentos de la práctica budista – Por Ringu Tulku Rinpoché

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«Algunas veces, la gente piensa que el budismo sólo trata sobre meditación; pero yo no estoy de acuerdo: la meditación es una parte muy importante, pero no lo es todo».

Los fundamentos de la práctica budista

Personalmente, entiendo la práctica budista como una vía que nos ofrece la posibilidad de realizar un trabajo personal y de mejorarnos a nosotros mismos. En una ocasión, alguien me preguntó: «¿Qué es aquello en lo que una persona debe creer si quiere hacerse budista y sin lo cual no podría llegar a serlo?» Era una pregunta muy interesante y pensé mucho sobre cómo responderla. En primer lugar, pensé que quizás era creer en el Buda, en el Dharma y en la Sangha; en el hecho de creer que podemos tomar refugio en estos tres objetos. Pero no creo que éste sea el caso: esto ocurre más adelante. Cuando alguien se hace budista, no necesita creer en el Buda, en el Dharma y en la Sangha; posiblemente ni siquiera posea un conocimiento de lo que son estos tres objetos. Necesitamos atravesar el camino del budismo por completo para llegar a obtener este conocimiento – de hecho, todo el budismo consiste en intentar comprender esto- así que no puede ser una condición previa para hacerse budista. Entonces, ¿qué es? Creo que es el hecho de pensar: «Puedo cambiar, puedo mejorar».

Por lo tanto, es todo lo que realmente necesitamos: porque tomar refugio en el Buda, en el Dharma y en la Sangha se basa en el entendimiento de que podemos mejorar, incrementar nuestra sabiduría, compasión, felicidad y dicha; en el entendimiento de que podemos mejorar todas estas cualidades positivas, no sólo un poco, sino que podríamos decir que hasta de forma ilimitada. Y desde el punto de vista budista, esto es la iluminación, la budeidad. Un Buda es alguien que ha perfeccionado su lado positivo, que ha alcanzado la culminación de su naturaleza bondadosa inherente en su nivel máximo. Esto es un Buda. Así que un budista es alguien que cree que puede mejorar de verdad, completamente, hasta llegar a ser un Buda. Por lo tanto, en esto consiste la práctica del budismo: en mejorarnos a nosotros mismos.

Ahora bien, si yo deseo mejorar, la meditación deberá ser una parte muy importante de mi práctica, aunque también deberé considerar otros aspectos. Tradicionalmente, la práctica budista puede clasificarse en tres aspectos: la visión la meditación y la acción.

La base de todos nuestros sufrimientos, de todas nuestras emociones negativas, de todos nuestros pensamientos y emociones conflictivas es una gran falta de comprensión.

La comprensión desde la perspectiva budista

El primer aspecto, la visión es una manera de comprender: intentamos entender y percibir la realidad con mayor claridad; intentamos detectar los errores que cometemos en nuestra manera usual de percibir y de reaccionar ante el mundo. En el budismo, se concede gran importancia al hecho de aumentar nuestro entendimiento, de ver las cosas con claridad, así como a la posibilidad de disminuir nuestra confusión. Incluso se considera que la raíz o la causa de todos nuestros problemas es, de hecho, una comprensión equivocada: la base de todos nuestros sufrimientos, de todas nuestras emociones negativas, de todos nuestros pensamientos y emociones conflictivas es una gran falta de comprensión. Algunas veces llamamos ignorancia a esta falta de comprensión, ya que es debido a esta confusión que no podemos ver las cosas con claridad.

Es una visión que carece de claridad, siendo incapaces de ver las cosas tal y como son en realidad. Debido a que no podemos ver las cosas como son realmente, nos formamos conceptos e interpretamos; identificamos y designamos y en consecuencia establecemos separaciones; imponemos nuestros propios conceptos e imputaciones sobre las cosas, y al hacerlo creamos aversión y apego. Hacemos que algunas cosas nos parezcan muy hermosas y otras muy malas o perjudiciales. A continuación, intentamos obtener aquellas cosas que hemos imputado como perjudiciales. Y debido a que siempre se trata de nuestra propia imputación, no podemos liberarnos de ello; nos quedamos atrapados.

Todos estos problemas se deben a nuestra propia forma de percibir errónea, a nuestra propia falta de comprensión, la cual ha sido establecida, confirmada, reforzada y solidificada por nuestras tendencias habituales durante tanto tiempo, que hemos ido quedando más y más atrapados en ello. Se ha convertido en nuestro patrón de percepción y reacción y no podemos salir de él. Se considera muy importante llegar a comprender que éste es el problema fundamental. Pero incluso si intentamos entender y analizar e intentamos ver las cosas con mayor claridad, esto por sí solo no va a cambiar la manera en que nos sentimos. Por ejemplo, aunque podemos comprender que no es bueno enfadarse, todavía nos seguimos enfadando. Estamos intentando alcanzar un mayor entendimiento o comprensión, pero esto no nos basta. Entonces, ¿qué más podemos hacer? Aquí es donde la meditación entra en acción.


Extraído del libro «La meditación budista», de Ringu Tulku Rinpoché

Fuente : www.samye.es




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