LA PAZ, 28 jul (Xinhua) — Una de las peores tragedias naturales provocadas por el cambio climático se reportó en los últimos días en Bolivia con la muerte de millones de peces en los ríos de la cuenca del Altiplano, la Plata y Amazonía provocados por las bajas temperaturas.
El Ministerio de Desarrollo Rural, a través de su Centro de Investigación y Desarrollo Acuícola Boliviano (CIDAB), alertó también sobre el riesgo de extinción de varias especies debido a las bajas temperaturas en algunas regiones del país, pero también a la contaminación.
La Gobernación del Beni pidió al gobierno boliviano ayuda para descontaminar a la brevedad posible las lagunas y arroyos de la región llenos de peces muertos.
Incluso, el Banco Central de Bolivia calcula una inflación para este fin de año del 4 por ciento como resultado de la sequía, heladas, y baja en la producción de alimentos.
Altiplano: animales en extinción
El director de Desarrollo Acuícola Boliviano (CIDAB), Francisco Mamani, explicó a Xinhua que la fauna del Lago Titicaca y los ríos aledaños está severamente afectada por el registro de temperaturas bajo cero
El CIDAB constató que el nivel del lago Titicaca disminuyó en 25 centímetros y considerando que las especies nativas en épocas de reproducción tienen que ir a las orillas, esto influyó en la biomasa de estos recursos nativos.
«La sequía y el frío afectan al lago Titicaca, a esto se suma la sobreexplotación de los pescadores, lo que genera la escasez de peces en el Altiplano», agregó.
En el lago Titicaca se tiene el Servicio Departamental Agropecuario que ejecuta un proyecto para el repoblamiento de especies nativas como el karachi, el mauri, pejerrey y el ispi.
Tragedia en la Amazonia
En los grandes ríos amazónicos bolivianos de Yapacaní, Grande, Ichilo y Piraí se estima que murieron millones de peces en la última semana por el frío. Es un desastre ecológico, según las gobernaciones de Santa Cruz y Beni.La fuerte ola de frío que afectó al país hace poco más de una semana provocó la mayor mortandad de peces desde la década de los años 70 en cuatro ríos cruceños, informó una fuente de la Gobernación.
Aunque todavía no hay informes, el responsable de Biodiversidad de la Gobernación, Francisco Aguilera, no duda que hay «millones de peces muertos».
Datos más precisos se darán a conocer en los próximos días, luego de recopilar información de pobladores aledaños que están recorriendo los ríos Grande, Ichilo, Yapacaní y Piraí.
Sólo en el Río Grande, que tiene una extensión de unos 300 kilómetros, se divisan peces muertos en una franja de 30 kilómetros.
En apenas cuatro kilómetros se detectaron al menos 30 mil peces muertos, entre ellos especies de gran consumo en la capital cruceña como la boga, sábalo, surubí o pacú. «Por eso calculamos que son millones los peces muertos», agregó.En la población de Puerto Pailas, a 45 kilómetros de Santa Cruz en la ribera del Río Grande, aparecieron cientos de miles de peces muertos hace una semana.
Algunos lugareños recogían el pescado y lo vendían a un boliviano cada uno a comerciantes, que llegaron en camionetas desde la localidad tarijeña de Villamontes.
Aguilera calificó este drama como un desastre ecológico y lamentó que sea poco o nada lo que se pueda hacer, «simplemente rezar» para que las temperaturas no desciendan tanto.
Los peces viven a temperaturas promedio de 20 a 25 grados y en la semana del 12 al 17 de julio, el termómetro llegó a marcar hasta dos grados centígrados, aunque la sensación térmica es más baja.
La Gobernación del Beni pidió al Gobierno Nacional ayuda para descontaminar a la brevedad posible las lagunas y arroyos de la región llenos de miles de peces muertos a causa de las bajas temperaturas y la sequía.
El director del Sistema de Alerta Temprana del Beni, Luis Phillips, dijo que en los últimos días se registró la pérdida de aproximadamente el 50 por ciento de los peces en las lagunas superficiales del departamento, que ahora están contaminadas.
Según la autoridad departamental, no solamente las bajas temperaturas provocaron esta pérdida masiva de peces en el Beni, sino también la sequía, debido a que el nivel de agua de las lagunas ya disminuyó en algunos casos hasta en un 60 por ciento.
Cuenca de Plata
En la Cuenca del Plata, que están compuestas fundamentalmente por ríos de regiones del Chaco boliviano, sucede lo mismo.
El director del CIDAB explicó que en la Cuenca de la Plata el más afectado es el pez sábalo que de un tiempo a esta parte comenzó a escasear.
«Antes se podía tener una gran producción para abastecer a La Paz y Cochabamba pero ahora no es posible y, por lo tanto, se debe acudir a la Argentina que tiene un trabajo de crianza de estos animales en cautiverio, tras la desviación que hizo del río Pilcomayo y que le devino en una producción más grande», explicó.
Según Mamani, influyó negativamente el frío y también afectó a las especies del pez Pacú y Tambaqui.Atribuyó, en este marco, parte de la responsabilidad al trabajo de la minería en el sector, la cual utiliza, a su juicio, componentes químicos como el mercurio que influyen en el tema de la biomasa de estas especies nativas.
Por René Quenallata Paredes
Fuente: http://spanish.news.cn
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