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Aspectos fundamentales del budismo 1 – Cuatro Nobles Verdades – Venerable Walpola Rahula

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ASPECTOS FUNDAMENTALES DEL BUDISMO

Venerable Walpola Rahula

parte 1

Traducido al español por Alejandro Córdova

Revisado por Ronald Martínez Lahoz y Virginia Etienne

El año de 1956 marca los dos mil quinientos años del Parinirvāna del Buda y de acuerdo con una antigua tradición sostenida por millones de budistas conduciría a un período en que el Dhamma, el mensaje del Buda, se extendería a través del mundo, los gobiernos poco a poco se inclinarán hacia la justicia, y habría una incremento de la paz y la felicidad.

La profecía anterior puede que no sea más que una esperanza milenarista. Sin embargo, el Budismo tiene un mensaje muy importante para el mundo moderno. No es una fe en un dios imaginario o alguna deidad ante quien toda responsabilidad es entregada. Es fe en el ser humano. El Budismo da completa responsabilidad y dignidad al ser humano, y lo hace su propio maestro.

El Budismo es absolutamente humano. Entre todos los grandes maestros religiosos, Buda ha sido el único que no declara ser otra cosa que un ser humano. No reclamó ser un mensajero divino, y atribuyó su realización y logros al esfuerzo y la inteligencia humana.

Buda exhortaba a sus discípulos a ser refugio para sí mismos, y no buscar ayuda o refugio en algún otro lado. Enseñó, estimuló y alentó para que cada persona se desarrollara totalmente y trabajara su propia emancipación, pues a través de su propia inteligencia y esfuerzo, el ser humano posee el poder de liberarse a sí mismo de toda servidumbre. Buda dijo: «Ustedes deberán hacer el esfuerzo por sí mismos, pues los tathāgatas sólo señalan el camino.»

Sería más apropiado en esta importante conmemoración (jayanti) de Buda, cuando se celebran dos mil quinientos años del Parinirvāna del Maestro, discutir algunas de sus enseñanzas esenciales, las cuales son unánimemente aceptadas por cientos de millones de sus seguidores en el mundo, en lugar de vagas generalizaciones. Debemos recordar, en primer lugar, que las enseñanzas de Buda constituyen una forma de vida que debe ser practicada y experimentada en la vida diaria, en nuestra vida social y política, aquí y ahora. Son un vasto y completo sistema de enseñanzas ético filosóficas y psicológicas basadas en un método altamente analítico y científico, el cual se dirige a los aspectos profundos de la vida humana. Son un camino que conduce, gradualmente, al ser humano a través de su propia disciplina y desarrollo moral, intelectual y espiritual, a la más alta comprensión de la verdad absoluta, la realización del Nirvāna.

Cuatro Nobles Verdades

Es difícil explicar este enorme sistema en unas pocas palabras. Pero si tomamos las Cuatro Nobles Verdades (cattāri ariyasaccāni), a saber: dukkha; samudaya, el surgimiento u origen de dukkha; nirodha, la cesación de dukkha; y magga, el camino que conduce a la cesación de dukkha, podemos, entonces, discutir brevemente todas las enseñanzas fundamentales del Budismo.

La primera verdad dukkha-ariyasacca, es traducida por casi todos los estudiosos como la Noble Verdad del Sufrimiento, y se interpreta en el sentido de que la vida, de acuerdo con el Budismo, es sólo sufrimiento y dolor. Ambas, traducción e interpretación, son insatisfactorias y erróneas. Debido a ésto, mucha gente ha considerado al Budismo pesimista. El Budismo no es ni pesimista ni optimista, sino que tiene una visión realista de la vida y del mundo, y ve las cosas objetivamente. Dice con exactitud y objetividad (yatthābhūtam) lo que uno es, lo que es el mundo, y muestra el recto camino hacia la perfecta libertad, paz, tranquilidad y felicidad.

Un médico puede exagerar la gravedad de una enfermedad y con ello eliminar también la esperanza. Otro, por ignorancia, puede declarar que no existe enfermedad y que no es necesario un tratamiento, y de esta manera engañar al paciente con un falso consuelo. Uno puede considerar al primero pesimista y al segundo optimista. Ambas son actitudes erróneas. Pero un tercer médico diagnostica los síntomas correctamente, comprende la causa y la naturaleza de la enfermedad, ve con claridad que debe ser curada y con firmeza aplica el tratamiento que salva al paciente. El Buda es como este médico. Es el médico, científico y sabio que se requiere para curar la enfermedad del mundo.

Es cierto que la palabra pāli dukkha (sánscrito duhkha) significa comunmente ‘sufrimiento’, ‘dolor’ o ‘miseria’ en oposición a la palabra sukha que significa ‘felicidad’, ‘bienestar’ o ‘tranquilidad’. Sin embargo, como Primera Noble Verdad, el concepto dukkha tiene un significado filosófico y un sentido mucho mas amplio. El concepto dukkha en la Primera Noble Verdad incluye el significado ordinario de ‘sufrimiento’, pero también incluye ideas profundas como ‘imperfección’, ‘impermanencia’, ‘vacuidad’, ‘insubstancialidad’ y ‘conflicto’. Es difícil, por lo tanto, encontrar una palabra que abarque toda la idea del concepto dukkha de la Primera Noble Verdad, así que es mejor dejarla sin traducir en vez de dar una idea errónea al traducirla como sufrimiento y dolor.

El Budismo no rechaza la felicidad en la vida. Por el contrario, admite diferentes formas de felicidad, materiales y espirituales, tanto para laicos como para monjes. Pero, todas ellas están incluidas en dukkha. Están incluídos en dukkha aun los estados espirituales más puros de dhyāna (recueillement o absorción) que se obtienen en la práctica más elevada de meditación y se encuentran libres de cualquier sombra de sufrimiento, en el sentido común de la palabra, por lo que pueden ser descritos como mera felicidad; así como también el estado de dhyāna que está libre de sensaciones, tanto placenteras (sukha) como desagradables (dukkha), y que es pura ecuanimidad y conciencia, – aun estos elevados estados espirituales estan incluidos en dukkha. No porque ellos sean sufrimiento o dolor, sino porque ellos también son condicionados (saṅkhāra), sujetos a cambio, impermanentes e insubstanciales.

La idea de dukkha puede verse desde tres aspectos: dukkha como sufrimiento ordinario o común (dukkha-dukkha); dukkha como cambio (viparināma-dukkha); y dukkha como estados condicionados (saṅkhara-dukkha) (Visuddhimagga (PTS), p. 499; Abhidarma-samuccaya, pp.36,38 (ed. Pradhan, Santiniketan, 1950).

Están incluidos en dukkha como sufrimiento ordinario (dukkha-dukkha) todo tipo de sufrimiento en la vida como el nacer, envejecer, enfermarse, morir, asociarse a condiciones desagradables, separarse de nuestros seres queridos y situaciones agradables, no conseguir lo que se desea, pena, lamento, intranquilidad y todo tipo de sufrimiento físico y mental universalmente aceptado como sufrimiento o dolor.

Un sentimiento de felicidad o una condición feliz en nuestra vida no es ni permanente ni eterna. Tarde o temprano cambiará, y cuando esto sucede, se produce un sentimiento y condición de infelicidad. Esta vicisitud se incluye en dukkha como cambio (viparināma-dukkha)

Source www.budismo.net

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