Éste era, en el inicio del mundo, el paraíso terrenal. Y aunque el tsunami que arrasó el sureste asiático quiso llevárselo por delante, no pudo con esta maravillosa tierra que aún hoy custodia toda una suerte de tesoros.
Pese a sus casi continuas vicisitudes durante dos milenios, el pueblo de Sri Lanka jamás renunció a su gusto por la independencia, ni a su devoción por Buda. Y el encanto de esta nación, independiente desde 1948, reside, todavía hoy, en un clima que es un 90% exótico y compuesto por tradiciones indígenas y otras adquiridas en el transcurso de cuatro siglos de colonización; un encanto que ha permanecido casi indemne, a pesar de los tormentosos avatares políticos de los últimos tiempos.
La isla de Sri Lanka sólo está separada del sur de la India por un canal de unos 40 kilómetros de ancho. Su superficie, algo más de una octava parte de España, presenta una gran variedad de paisajes que van desde riberas bordeadas de cocoteros y llanuras tropicales cubiertas de arrozales, a las montañas donde se escalonan las plantaciones de té, principal riqueza de la isla. Este paraíso lleno de flores, donde la vegetación entera parece surgir de un vivero, goza de un clima excepcionalmente soleado, pese a las lluvias a las que la naturaleza debe la calidad de sus verdes profundos y tamizados.
En esta isla viven en armonía 16 millones de habitantes, indiferentemente llamados ceylandeses, pese a que son singaleses (71%), tamiles (conquistadores del sur de la India), árabes y malayos. El buen entendimiento que reina entre las razas es también efectivo en materia de religión. Budistas (los más numerosos, con un 75 % de la población), hindúes, cristianos y musulmanes conviven desde hace siglos en perfecta concordia.
Ruta arqueológica
No se viene a Sri Lanka a disfrutar de sus playas, aunque las tiene y algunas muy hermosas. Sri Lanka es un destino codiciado, sobre todo, por su enorme y rico patrimonio cultural. El itinerario histórico y arqueológico empieza con la visita a Anuradhapura, al norte de la isla. La más antigua capital conocida del reino, fundada en el 437 a. C. y abandonada en el 993, fue olvidada y semicubierta por la jungla durante siglos. Se la relegó por completo hasta el día en que un funcionario inglés llamó la atención de su gobierno sobre las ruinas que acababa de descubrir. Esto ocurría en 1817.
Entonces apareció una ciudad inmensa, cuya historia se remontaba a más de 2.500 años. De la espléndida ciudad no quedan más que las ruinas de centenares de santuarios, monasterios (en uno de los cuales vivieron más de 5.000 monjes), y dagabas, que son grandes construcciones hemisféricas y macizas, en cuyo interior se conservan las reliquias de Buda o sus objetos personales. Entre los lugares sagrados de Anuradhapura, los budistas del mundo entero conceden una veneración especial al más viejo árbol del mundo, el árbol de la Bodhi, nacido de un brote de aquél bajo el cual Buda recibió la Iluminación. La rama, traída a Ceylán (Sri Lanka) por la hija del emperador Acoka, hermana de Mahinda, apóstol de la isla, dio origen a una higuera de múltiples ramas, que tiene actualmente unos veintitrés siglos.
La siguiente etapa es Polonnaruwa, segunda capital de los antiguos reyes de Ceylán, construída hace 1.500 años. Polonnaruwa conoció su edad de oro en el siglo XII, gracias a la energía soberbia de un gran rey, Parakrama Bahu. Los principales monumentos de la ciudad datan de esta época en que una paz efímera permitió la expansión de un arte refinado. Desde el siglo XIII, nuevas invasiones se sucedieron en la región y la ciudad fue abandonada definitivamente en 1314.
Marco romántico
La jungla la fagocitó rápidamente cubriéndola de un verde e impenetrable manto. Un funcionario, el inglés Bell, la redescubrió durante una partida de caza. Quedó fascinado y comenzó la gigantesca obra de quitar la capa de vegetación de aquellas ruinas. Los monumentos se hallan dispersos en un marco romántico muy extendido, que comprende un lago artificial concebido para irrigar la zona.
Sin embargo, quizás la más sugestiva de estas excursiones fuera del tiempo sea la de Sigiriya. De la llanura recubierta de jungla emerge la ciudad como una única y gigantesca roca negruzca. Entorno y encima de este peñasco de 250 metros de alto hay una ciudad muerta, construída hace 1.600 años por un rey llamado Kassapa que se refugió allí despues de asesinar a su padre. Temiendo la venganza de su hermano Moggalana, el heredero legítimo, se hizo construir allí un palacio-fortaleza. Para ello hizo venir a este retiro grandioso a los mejores artistas de la época, y vivió rodeado de lujo hasta el día en que, vencido por Moggalana, se cortó la garganta. Entonces, la ciudadela de Sigiriya cayó en ruinas; su gloria sólo había durado 18 años.
De este palacio insensato quedan unos magníficos frescos con criaturas de ensueño, semidesnudas y llenas de joyas, collares, pendientes… En sus manos llevan cestas con ofrendas de flores y frutos; entre sus dedos, capullos de loto. Los expertos aún discuten su procedencia. Sólo sabemos que fueron pintadas al fresco por un grande e ignoto maestro hace 1.500 años.
Datos útiles
Clima. Tropical, aunque está condicionado por los monzones. Durante el verano, la estación monzónica, que es la más larga y lluviosa, comienza en el mes de abril y termina en julio.
Cómo moverse. La mejor opción es alquilar un coche, con o sin chófer. Trasladarse con los autobuses y trenes es, sin duda, la fórmula más económica pero ambos sistemas son muy incómodos.
Documentación. Los ciudadanos españoles necesitan el pasaporte en vigor.
Idioma. El cingalés. Sin embargo, en la mayoría de los lugares turísticos se habla el inglés.
Compras. Sri Lanka es un verdadero paraíso para las compras, ya que se suelen conseguir productos maravillosos a precios de ganga. Por ejemplo: batiks, artesanía realizada en madera de ébano (máscaras, etc.), joyas de oro y plata, objetos de latón y cobre, porcelanas, el té de Ceylán (de este producto no se permite sacar del país más de 3 kgs.) reproducciones de libros realizados en hojas de palma.
Más información. Consulado General Honorario de Sri Lanka. Aptdo. de Correos 3137. 28080 Madrid. Tfno.: 670 843 969. Email: srilanka@spainmail.com. Ceylan Tourist Board.
Por:Oriol Pugés
Publicado en: www.ocholeguas.com